...confieso que soy un "iconódulo" de Santa Lola de los lactantes ...
Confieso que estoy sumamente cansada, pero valió la pena el trabajo.
Confieso que leo y constato lo mismo siempre, una y otra vez: es muy fácil buscar la boca a alguien. Mucho más difícil es mantenerla cerrada. Pero abrirla y cerrarla justamente y acertadamente, queda siempre como asignatura constante y pendiente, para todos nosotros...
«Thou wilt keep him in perfect peace, whose mind is stayed on thee: because he trusteth in thee». – Isaiah 26:3
Yo confieso que entré caminando muy confiada, no vi el pozo, y caí muy bajo, me da vergüenza.
Confieso que creo que tienes razón ya que en mi opinión, con el tiempo, todo se sabe siempre. Pero también es verdad que a veces surgen momentos claves en los que si callas, mal. Y si hablas, mal también.
Por eso pienso que en esta vida tan "rara", el abrir la boca y cerrarla justamente y acertadamente, pues lo tendremos siempre como asignatura constante y pendiente... y es que somos tan complejos...
«Thou wilt keep him in perfect peace, whose mind is stayed on thee: because he trusteth in thee». – Isaiah 26:3
Confieso que hoy, primer día laboral de este año, me he sentido muy bien recibido en mi trabajo.-
Confieso que aún no sé qué voy a hacer de comer... pero bueno, es cuestión de ponerme delante de los fogones y siempre sale algo.
«Thou wilt keep him in perfect peace, whose mind is stayed on thee: because he trusteth in thee». – Isaiah 26:3