Estrictamente hablando, la infidelidad mental no existe, es fantasear. Si tú piensas mucho en, digamos, súperman, Henry Cavill, y en tus sueños lo seduces y lo besas apasionadamente... ¿te puede acusar de acoso mental? Y tampoco te puede denunciar. Lo mismo sucede si imaginas la muerte de alguien: no eres asesino por pensarlo.
El acosado...