Tienes razón, Esperanza. Con lo hermoso que es recordar y celebrar que Jesús, que es Dios mismo que se hizo carne, vino al mundo para mostrarnos su amor, para darnos la alegría de que un día todos los hombres y mujeres de buena voluntad vivirán para siempre con Él en su paraíso de amor y de paz, y también dio su vida para enseñarnos los verdaderos mandamientos de Dios. Que nadie nos amargue nuestro amor y nuestra alegría por estos hechos tan preciosos de nuestro Señor y Dios Jesucristo, nacido en Belén, que vino a vivir entre sus hijos.
Que todos sus hijos celebren la NAVIDAD con toda la alegría y el amor que Dios les ha puesto en sus corazones, y que nadie se lo empañe.