Que no se nos pierda esta idea pendiente de respuesta.
Post #48
El rey Herodes hizo muchas cosas malas. Incluso le quitó la esposa a su propio hermano. El nombre de ella era Herodías. El siervo de Dios llamado Juan el Bautista le dijo a Herodes que estaba mal lo que hacía. A Herodes no le gustó que se lo dijera, así que encarceló a Juan (Lucas 3:19, 20).
Mientras Juan estaba en la cárcel, llegó el día del cumpleaños de Herodes. Este dio una gran fiesta, con muchos invitados importantes. Todos comían, bebían y se divertían. Entonces entró la hija de Herodías y bailó para ellos. A todos les gustó tanto el baile que el rey Herodes quiso hacerle un regalo especial a la joven. Le dijo: “Cualquier cosa que me pidas, te la daré, hasta la mitad de mi reino”.
¿Qué debía pedir? ¿Dinero? ¿Ropa bonita? ¿Un palacio para ella sola? La muchacha no sabía qué decir, así que fue a donde estaba su madre, Herodías, y le preguntó : “¿Qué debo pedir?”.
Como Herodías odiaba con todas sus fuerzas a Juan el Bautista, le dijo a su hija que pidiera la cabeza de Juan. La muchacha volvió ante el rey y le dijo: “Quiero que me des ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista”.
El rey Herodes sabía que Juan era un buen hombre y no quería matarlo. Pero Herodes había hecho una promesa y le preocupaba lo que pensarían sus invitados si no la cumplía. Por eso envió a un soldado a la prisión para que le cortara la cabeza a Juan. El soldado volvió enseguida con la cabeza en una bandeja y se la dio a la muchacha. Entonces ella se la llevó a su madre (Marcos 6:17-29).