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Citas de los Científicos
Siendo esto así, no nos debe sorprender cuando encontramos precisamente el mismo problema con los Testigos de Jehová cuando citan a científicos y a otros especialistas.
En primer lugar, es absolutamente necesario explicar el contexto de los hechos.
Después de que hubieran fallado sus predicciones de la segunda venida a la tierra de Jesucristo en 1874, y luego en 1878, hicieron una nueva predicción, promocionada en millones de copias de sus libros y revistas, de que volvería a la tierra en el otoño de 1914. Esto, a pesar de que Cristo mismo había dicho, “del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos.” Cuando esta nueva predicción tampoco fue cumplida, insistieron en afirmar que sí había “vuelto” en 1914 – pero en forma invisible sin ser visto por nadie.
Esto va – por supuesto – completamente en contra de las palabras de Jesucristo mismo, quien dijo: “Entonces si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo; o, mirad, allí está, no le creáis.” y “si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.”
O sea, la idea de que habría personas que dirían que Cristo hubiera “venido” de una manera secreta o invisible lo predijo Cristo y advirtió que no deberían creer tales alegaciones.
Sismólogo
Dados los problemas creados para los Testigos de Jehová si se toman en cuenta las palabras de Jesucristo mismo, ellos recurren a “científicos” y a “expertos” en un intento de demostrar que desde 1914 hubiera habido un aumento enorme de terremotos, enfermedades, hambre, etc., los cuales manifiestan que son “evidencia” de la “venida” de Jesucristo.
Para ser breves, limitémonos al caso de los terremotos, y a la evidencia de un sismólogo citado en la revista de los Testigos de Jehová con fecha 15 de mayo de 1983.
Este artículo declara que el sismólogo Keiiti Aki “habla del aumento repentino obvio en la intensidad y la frecuencia de los terremotos grandes durante los últimos cien años’.”
Ciertamente, esta cita parece apoyar el argumento de los Testigos de Jehová.
Pero si leemos la declaración entera hecha por el Catedrático Aki, ¡sacamos la conclusión opuesta!
Aquí está lo que escribió: “El aumento aparentemente repentino en la intensidad y la frecuencia de los terremotos grandes durante los últimos cien años es, con toda probabilidad, debido a una mejor documentación de los terremotos y al aumento de la vulnerabilidad de la sociedad humana a los daños ocasionados por los terremotos.”
( Carta del Catedrático Keiiti Aki a la Watch Tower Society en Brooklyn, el 30 de septiembre de 1982. Una fotocopia de esta carta fue facilitada por el Doctor Aki a los autores Carl Olof Jonsson y Wolfgang Herbst, quienes la publicaron con su permiso en el libro “The Sign of the Last Days – When?”, Atlanta: Commentary Press, 1987
Carta de Keiiti Aki con fecha 16 de junio de 1986 a los mismos autores. Una fotocopia de esta carta se reproduce en la página 243 del mismo libro)
En el mismo párrafo de la carta citada por los Testigos de Jehová, en la oración siguiente, escribió el Profesor Aki: “La razón principal es la tectónica (o geología) de placas, la cual indica un movimiento de las fallas entre las placas que ha sido muy estable en el pasado durante muchos millones de años.”
Por medio de hacer una cita muy selectiva de una parte de una oración escrita por este experto, el autor del artículo consiguió dar la impresión de que el Profesor Aki apoyaba la afirmación hecha por los Testigos de Jehová, ¡cuando lo que había dicho con mucha claridad era todo lo contrario a esto!
No es de sorprenderse que después de la publicación de este artículo con su cita engañadora el Profesor Aki haya escrito: “está claro que citaron la parte que a ellos les convenía, eliminando mi mensaje principal.”
Esta distorsión deliberada y descarada de las declaraciones de un científico es completamente inaceptable en relación con todos los criterios: intelectual, académico y moral – sin tomar en cuenta la perspectiva “espiritual” de personas (los Testigos de Jehová) que dicen ser ¡“los únicos representantes de Dios en la tierra”!
Conclusión
1) El Dr Keiiti Aki sí es un experto reconocido en su especialidad.
2) ¡Pero la “cita” hecha por los Testigos de Jehová dice lo contrario de lo que él había escrito en realidad!
No nos sorprenderá saber que en los círculos científicos y académicos de los investigadores y de los eruditos universitarios no se tomen en serio las declaraciones y alegaciones hechas por los Testigos de Jehová.
Traducción de ciertas frases bíblicas
Va sin decir que emplean las mismas estrategias engañosas para justificar su traducción errónea de ciertos textos bíblicos – citando tanto frases tomadas fuera de contexto de versículos bíblicos como de otros traductores, para dar la impresión de apoyo donde en realidad no existe.
Una vez más, las citas proporcionadas son muy selectivas, de manera que a veces los eruditos citados parecen apoyar el argumento de los Testigos de Jehová cuando en realidad hacen todo lo contrario.
Dana y Mantey
Por ejemplo, en el apéndice de la primera edición inglesa de la “New World Translation”, y en el apéndice de su texto interlineal (“The Kingdom Interlinear Translation of the Greek Scriptures”) citan del libro “A Manual Grammar of the Greek New Testament” de Dana y Mantey para justificar su adición de la palabra “un” en su traducción de Juan 1:1 (“el Verbo estaba con Dios y el Verbo era un dios”, según su traducción).
Citan unas frases de la página 148 del libro de Dana y Mantey.
Las frases citadas parecen apoyar su traducción. Pero cortan la cita precisamente antes de la conclusión dada por Dana y Mantey: “As it stands, the other persons of the Trinity may be implied in qeovV.” (p.149: “En la forma dada, qeovV (qeon) puede ser una referencia a las otras personas de la Trinidad”.)
En otras palabras, Dana y Mantey dicen que el empleo de la palabra qeovV con referencia a Cristo puede indicar que Él es Dios, mientras que al leer la cita incompleta proporcionada en el documento de la Torre de Vigilia ¡uno pensaría que decían lo opuesto a esto!
Esta falta de exactitud y honradez académicas solamente daña a los Testigos de Jehová entre los expertos que conocen el verdadero significado de los documentos que los Testigos de Jehová alegan que les apoyan, cuando en realidad no cuentan con ningún apoyo en absoluto.
Conclusión
1) Dana y Mantey son expertos en el griego koiné con el cual se escribió el Nuevo Testamento.
2) Pero la “cita” – tomada fuera de contexto – elaborada por los Testigos de Jehová de una parte de un párrafo en uno de sus libros da la impresión opuesta a lo que habían escrito y a las conclusiones a las que habían llegado.