!Me encanta el café!. Su sabor y aroma. Tomarlo después de comer paladeando gota a gota. Aspiro su olor y eso me lleva a ensoñaciones a veces inconfesables...¡Una evasión de la realidad!
No lejos de casa hay un pequeño restaurante mexicano. Alguna que otra vez lo he visitado para probar la comida típica del país. ¡La primera vez lo hice con miedo!. La dueña, aguda psicóloga, supo leer el rostro de mi mujer y el mio. Con la mejor de sus sonrisas nos invito:
¡Pasen, no tengan miedo!
Asi lo hicimos y ocupamos plaza en una mesa de las varias que había. Una vez hecho esto, ella misma nos entrego en mano la carta del menú. Leimos aquello que nos parecio galimatías, y una vez mas la dueña salio al quite previa advertencia de que yo no podía ingerir alimentos condimentados con salsas y especias fuertes.
-¡Confien en mi!- Fue la respuesta.
Efectivamente. Fuimos degustando los platos y los postres, y todo nos parecio delicioso.
Como broche final nos obsequio con un café, no sin advertinos antes y elevando los ojos hacia el cielo:
¡Es de Puebla!- LO dijo como si fuese el "Ite misa est" o el "abracadabra" que abriese la cueva de Ali Baba.
Algo había oído hablar del famoso café mexicano, mas no alcanzaba a comprender la magia que podía encerrar. Lo probe, me parecio algo flojo e indigno de tanta letania. Alguna vez que he vuelto al local, discretamente no lo he pedido y he preferido tomarlo fuera. En algún lado que te lo sirviesen algo mas fuerte y sin cantarlo como "tedeum de acción de gracias".
Ayer, en esos ratos de hastio que envuelven la existencia, me acorde del café. Recurri al ordenador y busque lo relativo al café mexicano. Una abrumadora información de cifras y datos areció en pantalla. Fui consciente de la importancia del importante liquido y me jure a mi mismo saborearlo de nuevo, para tratar de abarcarlo en "todo el esplendor de su magnitud".
ESa misma tarde acudi a unos grandes almacenes y pedi un paquete, a ser posible sin cafeína. Ya se sabe...¡Los médicos!
No pude darle gusto a los galenos, ya que parece ser no hay en el mercado español café mexicano sin la cafeína dichosa. Pague pues un paquete de 250 gramos casi al precio de tres de los que se encuentran en cualquier supermercado, para el consumo cotidiano. ¡Con cafeína!.
Presentación exquisita del articulo. Viene empaquetado al vacio en un sobre al propósito. A su vez, este paquete se haya contenido en un pequeño saco de yute que rememora aquellas películas de ambientes exóticos de cafetales. Sinonimo de aventura que quizás no deje traslucir la vida de sacrificio o de esclavitud, en que se haye envuelto su proceso a través de la historia.
¡No lo he empezado aun!. Se aconseja en la etiqueta el mantenerlo en la nevera- Esta elaborado en Mexico por Pixca S.A. y da una dirección de Puebla. Un anagrama en el pequeño saco de yute evoca a los dioses aztecas. Por marca lleva la de "Ensueño Mixteca" y a juzgar por el aroma, pareciera que los angeles a porfia vendrán a prepararlo y servirlo cuando empieces el paquete. ¿Requisito indispensable la degustación para comunicarte con la divinidad?.
¡Tal vez!. Ya me siento un dios de aquellas pirámides escalonadas, ¡No demandare sacrificos humanos!. Si enormes bandejas de euros. Como aquellos gachupines antepasados mios que se tomaban la vida con filosofía en la monotonía de sus existencias Para variar tomare mivida con Sofia y Filo, que lo veo mas practico aunque menos espiritual. Tampoco quiero inciensos ni aromáticas hierbas, Me conformo con el aroma del café de Puebla, que este Foro silencia, quizás para que no traspase de los iniciados o con justo temor de que se lo roben