Hola intelectito:
Sigues con tus obsesiones de siempre, y hasta de los ángeles haces dioses.
Ves al libro de Daniel, como me recomendabas el otro día tú a mi, y averigua quien es el Gran Principe.
Pero mira tú por donde, no se llamó EMANUEL, si no que se llamó YESHUA
El nombre Yeshúa, Yehosua o Ieshua significa «Yahvé es salvación»
https://es.wikipedia.org/wiki/Yesh%C3%BAa
Como podemos ver, las profecías, no son dictados de Dios, y tienen sus errores, como los puede tener cualquier otro escrito. De lo cual se desprende que no se puede coger una palabra de una profecía y hacerla DOGMA, ni tan siquiera prueba de nada.
¿Qué es lo que NO CREÍA Tomás?
(Juan 20:24-25)
24 Tomás, al que apodaban el Gemelo, y que era uno de los doce, no estaba con los discípulos cuando llegó Jesús. 25 Así que los otros discípulos le dijeron:
—¡Hemos visto al Señor!
—Mientras no vea yo la marca de los clavos en sus manos, y meta mi dedo en las marcas y mi mano en su costado, NO LO CREERÉ —repuso Tomás.
Tomás no tenía ninguna duda sobre la divinidad de Yeshua,
sabía perfectamente que no lo era. Lo que
él NO CREÍA, era en la RESURRECCIÓN de Yeshua.
Si cuando yo era niño, estando jugando, hubiera roto un vaso, y mi madre MIRANDOME fijamente a los ojos me DIJERA:
¡DIOS MÍO! ¡Ya has roto el vaso! ¿Debería yo de creer que mi madre estaba reconociendo mi divinidad? Te aseguro yo que no. Y mucho más motivo tuvo Tomás para exclamar lo que exclamó, al encontrarse ante una persona que él estaba convencido de que estaba muerto.
(Juan 20:28) Nueva versión Internacional
28 —¡Señor mío y Dios mío! —exclamó Tomás.
Dios nos dice:
(Deuteronomio 32:39) » ”¡Vean ahora que yo soy único! No hay otro Dios fuera de mí. Yo doy la muerte y devuelvo la vida, causo heridas y doy sanidad. Nadie puede librarse de mi poder.
Y Yeshua nos dice:
(Juan 17:1-3) Nueva Versión Internacional (NVI) 17 Después de que Jesús dijo esto, dirigió la mirada al cielo y oró así:
«Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti, 2 ya que le has conferido autoridad sobre todo mortal para que él les conceda vida eterna a todos los que le has dado. 3 Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.
Si Yeshua hablando al Padre, que es una sola persona. Le dice que ÉL es el único Dios verdadero, pues no caben ni dudas, pues si el Padre es el único Dios verdadero, el hijo, no puede serlo, ni formar parte de ÉL. Ya ni hablemos de una hipotética tercera persona.
No solo Tomás no creía en la divinidad de Yeshua, ninguno de los apóstoles creía que Yeshua fuera dios de ningún tipo.
El propio Juan, que es el autor de un buen número de citas, en las que pretendéis basaros para defender lo indefendible, como es la divinidad de Yeshua. Escribiendo su Evangelio, años después de haber recibido el Espíritu Santo en Pentecostés, dice:
(Juan 1:18) Nueva Versión Internacional (NVI)
18 A Dios nadie lo ha visto nunca; el Hijo unigénito, que es Dios y que vive en unión íntima con el Padre, nos lo ha dado a conocer.
Ni Juan, ni Tomás, ni ningún otro apóstol, vio jamás a Dios. A Yeshua lo veían a diario. Pero a Dios nunca jamás lo vieron.
La trinidad, es ilógica y anti-natural, desde su simple planteamiento. Pero yo siendo creyente, si Dios hubiera dicho que ÉL eran tres, o Yeshua nos lo hubiera así indicado, entonces yo, por
FE lo debería de creer. Pero eso no es así.
No soy yo quien está en contra de la trinidad, es Dios y Yeshua quienes lo están, y así me lo enseñan a mí.
Tú, y junto contigo la mayoría de la cristiandad intelectito, es quien os inventáis dioses que ni existen en la realidad, ni en la Biblia. De palabras que no entendéis o no queréis entender, creáis mitos absurdos, burdas mentiras, que en el fondo, no las podéis creer ni vosotros mismos.
(Juan 8:42-47) 42 —Si Dios fuera su Padre —les contestó Jesús—, ustedes me amarían, porque yo he venido de Dios y aquí me tienen. No he venido por mi propia cuenta, sino que él me envió. 43 ¿Por qué no entienden mi modo de hablar? Porque no pueden aceptar mi palabra. 44 Ustedes son de su padre, el diablo, cuyos deseos quieren cumplir. Desde el principio éste ha sido un asesino, y no se mantiene en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, expresa su propia naturaleza, porque es un mentiroso. ¡Es el padre de la mentira! 45 Y sin embargo a mí, que les digo la verdad, no me creen. 46 ¿Quién de ustedes me puede probar que soy culpable de pecado? Si digo la verdad, ¿por qué no me creen? 47 El que es de Dios escucha lo que Dios dice. Pero ustedes no escuchan, porque no son de Dios.