Cita Iniciado por Porque25 Ver Mensaje
Los gobiernos están constituidos por hombres, y los hombres no deben hacer lo que les dé la gana, pues deben hacer lo que Jesucristo les manda, y Jesucristo les manda: "NO MATARÁS", perdonar setenta veces siete y tener misericordia con todos.

Y los hombres de los gobiernos que no son fieles a los mandamientos de Jesucristo sólo tienen un nombre: ANTICRISTOS...

Constantino y luego sus descendientes, y luego todos los reyes y dictadores del mundo como Franco, Pinochet, Hitler, Mussolini..., que se tomaron el derecho a quitar la vida a tantísimas personas, faltando con ello al respeto que se debe a Jesucristo, todos fueron anticristos.

Todos aquellos que impusieron inquisiciones y sistemas de terror, son anticristos, y han quedado para la historia como anticristos. Y todos aquellos gobiernos del mundo que imponen las penas de muerte, desobedecen lo que manda el Evangelio.

NO... JESUCRISTO NO LES DIO ESA AUTORIDAD, pues Jesucristo enseñó todo lo contrario, pues así dijo:

"Jesús los llamó y les dijo: "Sabéis que los jefes de las naciones las tiranizan y que los grandes las oprimen con su poderío. Entre vosotros no debe ser así, sino que si alguno de vosotros quiere ser grande, que sea vuestro servidor; y el que de vosotros quiera ser el primero, que sea el servidor de todos; de la misma manera que el hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en redención de muchos". (Mateo 20:25-28)

Todos los verdaderos cristianos tienen la autoridad de Jesucristo para corregir y predicar a los dictadores del mundo y mandarles que cumplan con lo que les manda el Evangelio, pues debemos ser imitadores de Jesucristo y Jesucristo dio su vida predicando a los dictadores y gobernantes que tuvieran misericordia.

La misericordia es lo que Dios quiere, y el que no cumple con la misericordia se convierte en un anticristo. El que no cumple con la misericordia, condena a muchos inocentes. Por eso, Jesucristo les dijo a los gobernantes y a todo el mundo:

"... si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7)


No son las biblias impuestas por los emperadores de Roma las que nos dan la razón a los cristianos, sino el Evangelio, pues el Evangelio dejó abolidas muchas leyes del viejo testamento porque sólo eran preceptos de hombres... Y para que veas algunos de esos mandamientos abolidos, puedes ver las siguiente citas del Evangelio:

En Mateo 5:21-48 podemos ver cómo Jesucristo anuló muchos mandamientos del viejo testamento, como la ley del ojo por ojo y diente por diente, el divorcio por causas que no fueran la prostitución, los juramentos, el odio a los enemigos (hacer guerras y matar a hombres, mujeres, mujeres y niños de otros pueblos)...


En Mateo 12:1-8 se puede ver que Dios no quiere sacrificios, mientras que el viejo testamento nos habla de que Dios había mandado muchos sacrificios.

En Mateo 20:25-28 Jesucristo deja abolida la esclavitud, pues el viejo testamento estaba cargado de leyes que justificaban la esclavitud.

Y también en cuanto al día de reposo (Juan 5:8-11, Juan 5:16-18), Jesucristo dejó abolidas las costumbres crueles de matar a las personas que hacían algún trabajo en dia de reposo, pues enseñó que las obras de caridad se podían hacer en día de reposo.

En Juan 8:3-11, también podemos ver que Jesucristo abolió la ley que mandaba matar a pedradas a las mujeres acusadas de adulterio. Con esta enseñanza, Jesucristo dejó abolidas del viejo testamento todas las leyes que mandaban matar a las personas por distintas causas.

Como podemos ver, Jesucristo no mandó predicar todos los mandamientos del viejo testamento de las biblias judías, pues abolió muchos de ellos... Lo que mandó predicar Jesucristo por todos los pueblos fue solamente el Evangelio y sus misericordiosos mandamientos.
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Perfecta Y completa esta respuesta no hay más que decir piroju,,, Tiene mucho que aprender sobre todo para no meter a todos en el mismo saco, Tiene que dedicarse a leer más el Evangelio antes de hablar y si no tiene inspiración que la pida a Dios.