Así es Esperanza, Dios nos elige desde el vientre de nuestra madre porque Dios conoce los corazones... Sin haber hecho obras ya somos elegidos... Sentimos que somos elegidos... Pero aún así, nos falta al Cristo venido en carne que nos acompañe, para que podamos hablar con Él... Y poder decirle: QUIERO HABLAR CONTIGO...