Mira, voy a intentar tomarte en serio.
¿Quieres decir ahora que a todos los profetas les ocurrieron las mismas cosas?
¿Que todas las visiones son idénticas a esta de Pablo? Supongo que estas preguntas no necesitan respuesta…
José Smith apenas estaba comparando cómo se sentía él al ser perseguido y ridiculizado por afirmar haber visto una visión, con lo que debió haber sentido Pablo cuando muchos no creyeron en su testimonio y se burlaron de él al referirles su visión.
(José Smith—Historia 1:23-25)
Luego dices que José Smith vio
dos personajes en “fulgor y gloria”, parece que con alguna intención de disociarlos de Dios y Jesucristo. Aunque la descripción que hace José es precisamente con la intención opuesta:
“vi a dos Personajes, cuyo fulgor y gloria no admiten descripción” (José Smith—Historia 1:17)
¿Qué palabras se pueden usar para describir lo inefable?
Y en seguida, reclamas que los personajes no se presentaron, cuando precisamente eso fue lo que hicieron. Estoy tan sorprendido porque apenas puedo creer que realmente hayas leído el mismo texto que citas:
“Uno de ellos me habló, llamándome por mi nombre, y dijo, señalando al otro: Este es mi Hijo Amado: ¡Escúchalo!” (José Smith—Historia 1:17)
Si fueras extranjero y estuvieses aprendiendo a hablar español, llevarías una lección para aprender a hacer presentaciones. Y este texto que hemos leído sería un ejemplo perfecto de lo que es presentar a alguien.
Sólo una persona de las naciones paganas, y sin una pisca de conocimiento sobre el cristianismo no reconocería esas palabras. ¿O es que ahora vas a reclamar que Dios no se identificara las múltiples veces que aparece esta frase en el nuevo testamento?
(Marcos 9:7; Mateo 3:17; Lucas 9:35; 2 Pedro 1:17; Mateo 17:5)
Por otra parte, ¿qué punto quieres probar al reclamar que deberían presentarse?
Mira para que veas lo absurdo que es tu reclamo:
Por lo visto, si tú tuvieras el privilegio de ver a Dios y a Jesucristo como lo hizo Esteban, siguiendo tu lógica, lo primero que harías es decirles en sus caras que esa es una visión del diablo, porque no se presentaron en el modo en que tú piensas que Dios debería presentarse y mostrarte sus credenciales…
Parece pues, que para Esteban no fue necesario que le hablaran y se presentaran
(Hech. 7:55–56). También Juan en la visión que ya te he referido reconoció al Señor aún antes que se le presentara con palabras.
(Apocalipsis 1:10-18) (Y ojo, por si insistes: En esta última visión, léelo bien, en ningún momento el Señor dice con palabras directas: “Soy Yo Jesucristo”)