El franquismo declara el Estado de Excepción en todo el territorio nacional. Año 1969. El declive de la dictadura enlaza con el auge de las movilizaciones obreras. Una nueva España reclama cuentas políticas, económicas y sociales a un viejo régimen que no se amedrenta. Todo lo contrario. La represión se recrudece. Las detenciones están a la orden del día y el Tribunal de Orden Público (TOP) afianza esos arrestos con una veloz carrera de procesamientos. La lucha por la democracia no es incruenta y deja un reguero de víctimas en el camino. Entre ellos, los deportados. O los dirigentes de Comisiones Obreras (CCOO) que sufrieron el conocido como 'Proceso 1001'.
Domicilio forzoso, exilio, confinamiento: "…teniendo en cuenta las circunstancias que en Vd. concurren, he acordado fijar su residencia por plazo indefinido, a partir de la fecha en que se notifique esta resolución y hasta nuevo acuerdo, en la ciudad de…". Recibir esta carta, con una literatura calcada o similar, era sinónimo de destierro. El Gobierno Civil o la Dirección General de Seguridad de turno emitían notificaciones que resultaban inflexibles. Los activistas de la época debían, además, personarse de manera periódica en dependencias de Policía Nacional o Guardia Civil.
(En la imagen: Manifestación en Ginegra (Suiza) contra el Estado de Excepción decretado en España. Diego González, Centro de Documentación y Migraciones, Fundación 1º de Mayo).


P.D. aquí, si desplegabas una pancarta asi ibas al "hoyo"......"os acordais" dijo.....LIBERTAD....