Es como la cabeza de una tortuga calva y ciega. Con una gorra roñosa y verdosa que no sé muy bien por qué dice mi santa que la tengo que cortar.
Como no sirve para nada ese dedo, no le hago ni caso. ¡¡Que se pudra si quiere!
¿Por qué las mujeres preguntan tanto por los dedos gordos?