Ayer estuvo increíble:
- En la aseguradora.
- En una oficina bancaria.
- En una gasolinera.
- En un McDonalds.
- Y finalmente sentado en el corredor de mi casa con la computadora en las rodillas.
Fui a pagar el seguro del carro, me la metieron.
Fui a pagar la cuota del préstamo de la casa, me la ensartaron.
Compré gasolina que subió esta semana, me la clavaron.
Pasé por un combito de McDonalds, me la aturusaron.
Y finalmente, ya tranquilo en casa me dispuse a pagar el derecho de circulación de mi vehículo que se puede hacer online y ¿adivinen? sin aceitico me la volvieron a meter.
Sexo público y descarado. Todo carísimo.
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.