Hola,
la solucion del gorrito tejido me gusta porque se adapta a la cabeza aunque esté un poco combada.
El problema con esos que daban en la Gran Sinagoga es que eran livianos y resbaladizos. Hasta el mismo aire en movmiento te lo hace caer; es como pretender caminar con una hojita de papel higienico sobre la cabeza; no hay como sujetarlo. Puede uno caminar teniéndolo con las manos pero te cansa. Si uno no quiere que se caiga sin usar las manos es ponerlo hacia adelante y que se pegue con el sudor de la frente. Eso lo descubrì al rato.
La idea de las horquillas de pelo funcionarìa si yo tuviera pelo; creo que es mejor pincitas en las orejas o el elastiquito. Se puede buscar un elastiquito color piel para que no se note.
Si resolvemos el problema del gorrito yo puedo ser el Rabino. No problem.
Te saludo.