Cita Iniciado por Azulynegro Ver Mensaje

Me gustaría que leyeses lo que voy a escribir con tranquilidad porque quiero compartir contigo un pensamiento "raro". Espero con ello cambiar la forma en la que ves las cosas a mejor:

En el trabajo supongo que discutirás con tus jefes pero, ¿le has gritado alguna vez a alguno? ¿Se te ha "ido la pinza"? Supongo que, como todos, te muerdes la lengua y te callas, o sigues discutiendo con la pinza puesta, ¿verdad?

Y seguro que alguna vez has visto en la calle a gente gritando y te ha dado vergüenza ajena o te has reido, ¿verdad?

...y sin embargo, todas esas cosas que evitas para personas mucho menos importantes que tu pareja, la haces con tu pareja.

La gente suele pensar que tener pareja es una licencia para relajar las "pinzas"...

Lo de los rezos es simplemente porque muchas veces permitimos a nuestra pareja hacernos cosas malas (por ejemplo, gritar) porque pensamos, erróneamente, que "nunca habrá otra como ella", lo cual si bien es genéticamente cierto es emocionalmente falso.
Pienso que confundes confianza con licencia para gritar. ¿Nunca le has gritado a un hijo? ¿Crees que tu hijo pensará que has tenido hijos para tener a alguien a quien gritarle? No, la convivencia estrecha tiene otras medidas, otros valores, otras oportunidades y otros condicionantes que no tiene una relación laboral (Por ejemplo) Es normal que haya más roces con quien convives más estrechamente. Ahora bien, por mucho que le grites a tu hijo, nunca dejarás de amarlo. Dudo que ames a tu jefe alguna vez aunque no te grite nunca. Y si amas a tu esposa y te grita, no creo que el grito te suene como el del cabrón de tu jefe. Hay gente a la que le permitimos algún gritito más alto de la cuenta porque NOSOTROS así lo decidimos, no porque alguien nos lo imponga.

La palabra "preferir" es peligrosa, porque "preferir" esconde "sacrificar".

Mucha gente dice "prefiero" cuando quieren decir "sacrifico". Por ejemplo, ven a una gordita que en todo lo demás es perfecta, así que sacrifican estar con una gorda por tener todo lo demás. Aqui no se trata de si te gustan gordas o delgadas, sino de que sacrificas una de las cosas que te atraen porque piensas que no conseguirás las demás.
Ya sabes que soy amigo de refranes. La sabiduría popular es incuestionable. Pues hay un refrán que dice: "Lo mejor ES ENEMIGO de lo bueno". Ha habido gente que ha muerto por buscar lo mejor sin darse cuenta de cuánto bueno tenía a su alrededor. No se es más rico o más feliz por alcanzar los sueños, se es más rico o más feliz por convertir la realidad en nuestro sueño.

Jamás me voy a plantear si en un rincón de Nueva Zelanda hay una indígena que es mejor que mi mujer. Si hay uno por allí que la encuentra ¡Ole sus cataplines! Pero yo no voy a hacer la maleta para ir a buscarla. Es mucho trabajo y mucho gasto para tan poca mejoría.

Si uno no es capaz de marcar las líneas que te llevan a ser feliz, mal asunto. La infelicidad te acompañará siempre.

Para follar cualquiera con buen cuerpo me vale. Para pareja debe tener todo lo que quiero, y me niego a sacrificar nada. Otra cosa es que ella quiera sacrificar la lealtad por tener el resto, como es el caso de mi pareja.

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Ya te dije que lo mejor ES ENEMIGO de lo bueno. Si te niegas a sacrificar nada es que te niegas a aceptar la vida tal como es. No hay clima perfecto, no hay playa perfecta, no hay mujer perfecta, no hay país perfecto. La perfección es aquello que debemos intentar construir a pesar de que sabemos que no existe.