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VANGELIS
Petra, respondiéndote:
Refiérese en la parábola de la cizaña que, habiendo crecido en un campo esa mala hierba mezclada con el buen grano, querían los criados ir a arrancarla, pero el amo les replicó: "Dejadla crecer: después la arrancaremos para echarla al fuego" Mateo 13, 29,30. Infiérese de esta parábola, por una parte, la paciencia de Dios para con los pecadores, y por otra, su rigor con los obstinados.
No confiar en la misericordia de Dios es pecado grave, pero abusar de la misericordia de Dios lo es también, porque no merece misericordia de Dios el que se sirve de ella para ofenderle: "me paso la vida pecando y ya me arrepentiré despues antes de morir", . . La misericordia se usa con quien teme a Dios, no con quien la utiliza para no temerle.
Si Dios espera con paciencia, no espera siempre, . . pues si El Señor siempre nos tolerase, nadie se condenaría, . . quien ofende a Dios, fiado en la esperanza de ser perdonado, es un escarnecedor y no un penitente, . . Dios no puede ser burlado, decía San Pablo en Gálatas 6, 7, . . Y sería burlarse de Dios el ofenderle siempre que quisiéramos y luego ir a la gloria.
Como dice la carta de San Pablo: "Quien siembra pecados no ha de esperar otra cosa que el eterno castigo del infierno" Gal. 6,8