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VANGELIS
Saludos Eduardo, paz contigo.
Como estamos en el foro de "Lutero y María" creo que también se puede comentar sobre Ella aqui, no necesariamente hay que ir al otro foro donde talvez otros foristas ya están tratando otro tema de Ella, . . De tus dudas sobre Jesús y María y la cita del evangelio me nació comentar un poquito de Ella aqui
Sería bueno aclarar que a María no se le idealiza ni se la quiere endiosar,. . a la Virgen se la quiere por lo que Ella es,. . . no se le aumenta mérito alguno de los que ya tiene por gracia de Dios, . . . y por todo lo que representa María, se le ama.
Esa imagen donde se la representa junto a la Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, representa - nadie dice que así en esa posición esten en el cielo-
pero esa imagen representa la relación de María con la Trinidad.
Para que se entienda mejor aqui paso este Comentario de Pedro Antonio Donoso Brant, . . el cuál nos ayudará a entender mejor el mensaje de esta tan cuestionada imagen por muchos.
*La Siempre Virgen María y la Santísima Trinidad
La relación de María con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1.*** MARÍA EN EL MISTERIO TRINITARIO
La relación con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo de la siempre Virgen María, es muy evidente. La maternidad divina de María ha vinculado a María estrechamente con la Santísima Trinidad, María, como madre del Hijo, se relaciona con el Padre y del mismo modo con el Espíritu Santo, por obra del cual concibe al Hijo. Tal como lo reza la jaculatoria que hacemos en el Santo Rosario, “María, Hija de Dios Padre, María Madre de Dios Hijo, María Esposa de Dios Espíritu Santo”, reconocemos en la oración las íntimas relaciones entre la siempre virgen María y el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
El Vaticano II, sitúa a María en el misterio trinitario. El capítulo VIII de la LG comienza y termina con una referencia a la Trinidad. Implicada en el designio del Padre, María es cubierta por la sombra del Espíritu Santo, que hace de ella la madre del Hijo eterno hecho hombre. Entre María y la Trinidad se establece una relación de intimidad única: "Redimida de un modo eminente en atención a los futuros méritos de su Hijo, y a Él unida con estrecho e indisoluble vínculo, está enriquecida con esta suma prerrogativa y dignidad: ser la Madre de Dios Hijo y, por tanto, la hija predilecta del Padre y el sagrario del Espíritu Santo" (LG 53). María es "el santuario y el reposo de la santísima Trinidad". (San Luis María Griñón de MONTFORT, Tratado de la verdadera devoción, en Obras, Madrid 1954, p.440.) La maternidad divina de María ha vinculado a la Virgen María estrechamente con las personas trinitarias. Por ser madre del Hijo entra necesariamente en relación con el Padre y también con el Espíritu Santo, por obra del cual le concibe.