Cita Iniciado por Mªndrªg°rª Ver Mensaje


Farewell

Por Pablo Neruda


Desde el fondo de ti, y arrodillado,
un niño triste como yo, nos mira.

Por esa vida que arderá en sus venas
tendrían que amarrarse nuestras vidas.

Por esas manos, hijas de tus manos,
tendrían que matar las manos mías.

Por sus ojos abiertos en la tierra
veré en los tuyos lágrimas un día.

Yo no lo quiero, Amada.

Para que nada nos amarre
que no nos una nada.

Ni la palabra que aromó tu boca,
ni lo que no dijeron tus palabras.

Ni la fiesta de amor que no tuvimos,
ni tus sollozos junto a la ventana.

Amo el amor de los marineros
que besan y se van.

Dejan una promesa.
No vuelven nunca más.

En cada puerto una mujer espera:
los marineros besan y se van.

(Una noche se acuestan con la muerte
en el lecho del mar.)

Amo el amor que se reparte
en besos, lecho y pan.

Amor que puede ser eterno
y puede ser fugaz.


Amor que quiere libertarse
para volver a amar.

Amor divinizado que se acerca
Amor divinizado que se va.

Ya no se encantarán mis ojos en tus ojos,
ya no se endulzará junto a ti mi dolor.

Pero hacia donde vaya llevaré tu mirada
y hacia donde camines llevarás mi dolor.

Fui tuyo, fuiste mía. ¿Qué más? Juntos hicimos
un recodo en la ruta donde el amor pasó.

Fui tuyo, fuiste mía. Tú serás del que te ame,
del que corte en tu huerto lo que he sembrado yo.

Yo me voy. Estoy triste: pero siempre estoy triste.
Vengo desde tus brazos. No sé hacia dónde voy.


...Desde tu corazón me dice adiós un niño.
Y yo le digo adiós.

Pablo Neruda

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Un firmamento sin estrellas

Elevó mi mirada al cielo tratando de encontrar una señal
pero en cambio me devuelve la mirada un oscuro vacío
que ha perdido todo rastro de su luz y su belleza
que me envuelve con el manto helado de la incertidumbre
aumentando la tristeza que me ha devastado el espíritu.
¿Por qué no hay nadie que me entregue las respuestas que necesito?
La oscuridad absorbe cada resquicio diminuto de esperanza
que hubiera podido acoger en lo más profundo de mis emociones
un eco lejano resuena en las paredes de mis pensamientos
donde la razón se ha desvanecido ya.
No encuentro estrellas en el firmamento
pues hasta él se puso de luto para hacerme compañía
mis noches se volverán un tormento que se desliza hacia la eternidad
amenazando con encadenarme para siempre
en un pozo en donde nunca podre ver el amanecer.