Estoy casi en total acuerdo con lo que se ha dicho.
Yo agregaría lo siguiente:
"Lo que es ético, o anti-ético, está inmerso en lo que es moral, o inmoral, y no a la inversa" Lo que significa que el sentido mismo del término "ética" se encuentra inmerso en el significado del concepto de "moral". No se puede hablar de acciones éticas, o anti-éticas, si antes no se define la moral. Esto está claro y es más o menos lo que se ha venido tanteando: la ética está supeditada a la moral.
En lo que no estoy de acuerdo es en lo que manifiestan El Tigre y Klau: que la moral es una una senda infinita unidireccional que no cambia ni se transforma. La moral, por ser inherente al ser humano, no es ni inmutable ni sempiterna y está sujeta a dos planos existenciales del hombre: el tiempo y el lugar.
Se puede llegar a una conclusión más o menos estricta de lo que es la moral diciendo que: "son los principios comunes que rigen la conducta del hombre", y recalcando el hecho de que en esta definición se omiten a propósito los términos "bueno y malo" para facilitar la cuestión porque de esa forma nos podemos deshacer de la subordinación hacia los planos existenciales que mencionaba antes y hablar o hacer referencia a un concepto más universal.
Hasta ahí con la moral. Ahora viene la ética.
La ética es la práctica de la moral. A mi criterio la moral es el "qué" y la ética es el "cómo", es el arte del discernimiento moral, que alude, no al bien y al mal como hechos en sí, sino a la distinción de máximas universales en procura de lo que podríamos llamar "el buen vivir" o "el saber vivir".
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.