¡Oh, perfumado corazón que nutres de fragancias, los bosques
y pintas con el rimen de tus labios la pasión!
¿A dó dejaste el cielo y las nubes para parir un paisaje?
¿No sabes que la conectividad, entre sal y viento es nula?

El mágico misterio del amor adscribe a la fórmula
entre sonseras y mares,
¿Has visto que una ola no bese a la arena?
¿Has, acaso, contemplado, que una luna redonda no atraiga a los enamorados?

¡Tendrás que parir un sigilo en el tiempo
para abanicarte bajo las estrellas!

El amor no es un gemido ni un orgasmo
es una pasión en el cosmos
y una construcción eterna.

El precio de su labio involucra dos bocas,
sedientas de besos.

De besos enamorados y sedientos de gloria
no, de besos rabiosos
que se marchitan tras el hincado ajuste.