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Tema: En busca de la escobilla perdida

  1. #1
    Fecha de Ingreso
    21-mayo-2011
    Mensajes
    750

    Predeterminado En busca de la escobilla perdida

    “En busca de la escobilla perdida” (Relato épico en tres actos)

    “Mucho bonito y barato” es la frase que más oí por aquel país norafricano con vistas al mar por un lado y al desierto por el otro. Y el calor sofocante no te dejaba descanso en el beber. Con ello la vejiga tiende a llenarse, y consecuentemente hay que buscar lugar apropiado para vaciarla.

    El nombre del bar era “Alamut”, cuasi propio de “las mil y una noches”, más solo entrar en él se convertía el sueño en pesadilla.
    Afortunadamente estaba vacío, a excepción de su dueño y un cliente. Tampoco me fijé mucho en ellos y fui directamente hacia el aseo.
    El cartel lo dejaba claro: “Cerrado”. Maldita sea mi suerte.

    Mi dirigí hacia el barman para que me abriera la barrera por urgente necesidad. Más no dijo ni palabra.
    El cliente, que resultó ser más locuaz dijo:

    - Rahid no puede de habliarle siri, perdió la lengua en una apuesta.
    - ¿Perdió?.
    - No siri, ganó. Tendría que ver como quedó el otro.
    - Estupendo, comuníquele entonces que quiero entrar a su aseo, se lo pagaré bien.
    - Imposible siri. Rahid no abrirá su inmaculado aposento hasta que no le sea devuelta su espléndida escobilla de water que compró con el sudor de su frente y el esfuerzo de su trabajo. Incluso grabó en su mango las rúbricas de su sacro santurum: “Alamut”.


    Y así comenzó mi búsqueda, la de “En busca de la escobilla perdida”...


  2. #2
    Fecha de Ingreso
    21-mayo-2011
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    750

    Predeterminado

    La plaza que albergaba el bar era sencilla de describir, era pequeña, fea y sucia. Solo había dos puestos en ella, uno en frente del otro. Uno vendía pinchitos y el otro un poco de todo. Animado por el hediondo olor de los pinchos huí en dirección contraria hacia el bazar, el cual era atendido por un chaval de no más de doce años.

    - Hola chico, ¿hablas mi idioma?.
    -
    - Mis mejores saludos mi más afortunado y posible amigo. Si por supuesto “oui”, siri. Yo ver gran serie “Verano azul” y aprender con los chicos y Chanquete. Un enorme monumento debería tener ese siri.
    - Me llamo Neko y estoy para servir a siri “of course”, y ofrecerle mercancía de gran calidad.
    -
    - Yo veo, lo tienes lleno de obras de arte
    - dije con sarcasmo.
    -
    - - ¿Arte?, no siri. ¿De qué vale un Picasso si no se puede rebotar contra una pared?

    Estaba claro que su concepto de “arte” se definía en una palabra: “pelota saltarina”.

    - ¿Conoces a Rahid, el dueño del bar “Alamut”.
    -
    - Por supuesto siri, todos nos lamentamos de su pérdida.
    -
    - ¿Ha muerto algún familiar suyo?
    -
    - No, es aún peor, ha perdido su escobilla.
    -
    - ¿Porqué es tan importante una simple escobilla?
    -
    - Esa escobilla guarda la esencia de nuestros ilustres invitados que son nuestros amados clientes a la vez.
    -
    - ¿Qué esencia?. ¿La de sus deposiciones?.

    -
    - Es parte de nuestro patrimonio siri. Cinco años cumpliendo fielmente con su labor, uno le llega a coger cariño a ciertos utensilios, igual que vosotros con vuestra “sabana santa”.
    -
    - Una especie de reliquia local supongo que será entonces.
    De acuerdo Neko, nos vemos…


    No había mucho más donde escoger, así que me dirigí hacia el puestos de pinchos.

    - Buenos días señor.

    - Hola, pincho moruno, ummmm si, mucho bueno.


    Y esa parecía ser la única frase que sabía decir mientras embadurnaba los pinchos con una especie de…¡¡¡Con una especie de escobilla!!!.
    Cuando la dejó por un momento a un lado pude ver con claridad unas letras que formaban una palabra: “Alamut”.

  3. #3
    Fecha de Ingreso
    13-febrero-2008
    Mensajes
    10.138

    Predeterminado

    Fui yo que le robé la escobilla.
    Leyéndote casi vomito. Puajjjjjjj...
    La estaba usando como cepillo de dientes.

  4. #4
    Fecha de Ingreso
    21-mayo-2011
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    750

    Predeterminado

    Creo que se trata de otra escobilla. El misterio de ésta se aclara en el siguiente post.

  5. #5
    Fecha de Ingreso
    21-mayo-2011
    Mensajes
    750

    Predeterminado

    Había localizado el objeto de mi búsqueda, ahora solo quedaba restituirla a su propietario y de paso ser considerado poco menos que un héroe por los lugareños.

    - Neko, ya sé quien tiene la escobilla perdida, ¿me ayudas a recuperarla para devolverla a Rahid?. La tiene el vendedor de los pinchos.
    -

    - Se refiere a Arto, es un hombre muy rudo, pero si le pide con educación y respeto la escobilla, él se la devolverá con todo gusto a siri.
    -
    - No me entiende, ¿qué puedo decirle?.
    -
    - Eso es fácil siri. Pero yo soy un mercader, y los mercaderes hacen negocio.
    -
    - ¿Qué quieres?
    -
    - Algo que pudiera aliviar mi aburrimiento siri.


    Vaya con el mercader, pero yo sabía justamente lo que quería, solo tenía que encontrarlo y comprarlo. No creo que fuera muy difícil.
    Unas calles más allá y al rato estaba de vuelta con Neko. De mi bolsillo saqué una pelota saltarina y se la enseñé.

    - Oh siri, tiene usted una esfera rubicunda de placer celestial. Esa minúscula bola redonda promete horas de diversión para Neko.
    -
    - De acuerdo, te daré la bola y tú me dirás como recupero la escobilla.
    -
    - Es fácil siri, solo unas palabras que le harán placentero el día y rebozará felicidad al escucharla, dígale: “Hilab Kalkab”. Será como miel para su delicado oído.

    Y eso es justo lo que hice, pero lejos de sentirse halagado cogió un cuchillo y amenazador trató de ensartarme con él. Suerte que estaba gordo y yo corría bastante más.
    De vuelta con Neko la cosa tomó sentido.

    - Aquí tiene la escobilla siri.
    - ¿Me has utilizado como reclamo, Neko?.
    - Si siri, pero piense que mientras Arto lo perseguía no estaba utilizando la escobilla. Por eso ahora puedo entregársela.

    Misión cumplida. Derechito que me encaminé hacia el bar.

    - Aquí tiene su escobilla.- dije mientras la cara le resplandecía. El que parecía ser la “voz de su amo” contestó.
    -
    - Alabado sea siri, hemos sido bendecidos con el don de su presencia y es usted el benefactor enviado para satisfacer nuestra súplica. Rahid le ofrece las llaves del aseo con todo placer y agradecimiento.

    Y así fue como gané mi merecido miccionado en aquel cochambroso aseo del bar “Alamut” de aquel país norafricano con vistas al mar por un lado y al desierto por el otro.

    FIN

  6. #6
    Fecha de Ingreso
    02-octubre-2009
    Ubicación
    Costa Rica
    Mensajes
    21.989

    Predeterminado

    Hilarante!!
    Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.

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