Bueno, en realidad hice un curso a distancia de trucos de magia, El papelucho que me dieron era muy parecido a un diploma, y una cosa llevó a la otra.

La leyes son un rollo, y si alguien pregunta ya le puedes decir lo que se te ocurra en el momento que nadie se va enterar si eres un lechuguino o un astronauta.
Eso si, es conveniente aprender de memoria unas diez citas en latín, pues al fin y al cabo se basan nuestras leyes en el derecho romano. Si fuera en el chino ya sería más complicado.

Monté mi despacho en una especie de montacargas abandonado. Aún así quieren cobrarme alquiler. Contraté a una secretaria, que por cierto no para de quejarse porque nunca ha cobrado un euro. Poca vergüenza tiene, al menos le he dado trabajo. Yo tampoco cobro, todos mis clientes están en la cárcel.

El caso es que en tiempos como estos que tan duros son, haciendo un esfuerzo que por poco me hacen levantarme de la silla. Ofrezco un puesto de trabajo. Pero no lo voy a poner sencillo. Quiero un currículum al menos de 200 páginas, a que jode.
Lo bueno es que mejor dejáis las páginas en blanco porque no tengo ni papel para fotocopia. Y además tampoco pensaba leerlas. No tengo tanto tiempo, me pasó todo el día mirando a la secretaria.

Bueno ya os cuento más…