No me tientes que si nos tentamos no nos podremos olvidar... Benedetti
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Vuelve cielo, te esperamos
De joven, vine del Norte salvaje a la ciudad de la sed
y del pecado.
Con la antorcha y el acero, con la sangre y las llamas
Me gané lo que un hombre puede tener:
Sí, jugué y gané en el juego del demonio...
Tuve esplendor y gloria, y fama fulgurante
Y me reí ante el guiño de la muerte.
Manda a decir welcome que no os extraña, que os ocupéis de vuestros propios asuntos.
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.
Pues hoy me toca a mí. Sé que mi estancia ha sido corta pero me han trasladado y tengo que ocuparme de otras cosas.
Gracias y un besito a todos.
Bueno, que sea para bien cuídate, fue un corto tiempo pero ya sabes siempre es triste ver que un tren se marcha, así dice la canción, no?
Dios te bendiga.
Hay que ponerle el pecho a las balas.
Dios les bendiga.