El señor arrasó a miles por dormir con otros hombres, luego a muchos más por adorar a un becerro de oro, pero cuando mataron a treinta y seis soldados israelitas se enfadó tanto que devastó hasta el último niño de una ciudad llamada madián.
* El señor está loco, porque sólo un loco sin conciencia de sus actos admitiría ser el culpable directo de la muerte de cientos de miles de personas y se comportaría luego como si nada hubiese pasado, salvo que, y pudiera ser, no se tratara de locura, la involuntaria, la auténtica, sino de pura y simple maldad.
* No puede ser benigno un dios que le da a un padre la orden de que mate y queme en una hoguera a su propio hijo.
* Qué extraña idea de lo justo parece tener el señor…
* En Sodoma los hombres preferían a los hombres en vez de las mujeres, Y murieron todos sus habitantes por ello, incluso los niños, incluso las mujeres que esos hombres despreciaban. […] Como siempre, a las mujeres, si por un lado les llueve, por otro les viene el viento, dijo lilith.