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18 de Abril de 1.857. ¡Allì empieza el Espiritismo! Una doctrina diferente. Pero, ¿què de nuevo nos ofrecìa el Espiritismo? ¡Veamos!

1).- Es una doctrina monoteìsta, como muchas otras. Con la diferencia, la gran diferencia que nos ofrece un concepto de Dios màs justo del que se tenìa del Todopoderoso. Los atributos de la divinidad brindados por el Espiritismo, nos hace descubrir a un nuevo Dios, al Dios del Universo. Un Dios altamente espiritual y nada humanoide en palabra y actitudes. Un Dios no para temerle sino para amarle.

2.- Es una doctrina reencarnacionista, como otras. Pero la reencarnación y su influencia en el ser pensante, es algo que no se habìa analizado tan seriamente ni hecha comprender. El mecanismo de la reencarnación era desconocido hasta por los mismos reencarnacionistas antes del Espiritismo.
Se aprende con el Espiritismo que la reencarnación no es un justificativo para vagos y enemigos del progreso espiritual, porque los detractores decìan que la reencarnación le facilitaba al individuo la indiferencia ante el progreso intelectual y moral. Y esto porque los no reencarnacionistas decìan que se tenìan las vidas sucesivas como la alcahueterìa para posponer nuestro progreso.
Tamaña equivocación. Y pensar que los que màs dicen y fomentan estos conceptos son los que creen en “el perdòn de los pecados”. ¡No! El Espiritismo no es asì de ligero ya que la reencarnación està estrechamente relacionada con la Ley de Progreso y la Ley de Causas y Efectos.

3.- La Ley de Causas y Efectos es un punto doctrinario del Espiritismo, como lo es en otras religiones y doctrinas filosòficas. Pero nunca estuvo mejor explicada ni pudo ser mejor comprendida que con el Espiritismo. Es una ley sabia que motiva a la evoluciòn del ser y ayuda comprender mejor a Dios, a la humanidad sufriente, y a nosotros mismos.

4.- El Espiritismo es una doctrina que establece normas para nuestras relaciones con los espìritus, y fomenta el conocimiento del mundo espiritual.
Ninguna otra doctrina habìa establecido un còdigo de evoluciòn como el contenido en la Escala Espiritista. No solamente aprendemos a ubicar en ella a los espìritus que se manifiestan en nuestras sesiones, sino que tambièn nos enseña a ubicarnos en ella, motivando asì nuestro progreso espiritual.

5.- El Espiritismo tiene un còdigo ètico como todas las religiones y doctrinas folosòficas. Còdigo moral que nos enseña a ser mejores en calidad humana pero que, algunas otras creencias, al mismo tiempo que nos dan las recomendaciones morales para ser mejores, tambièn nos dan las armas para quedar estancados en ese intento de mejorar. Una de ellas es “el perdòn de los pecados”, En proporcionarnos un arma como esta, de estancamiento, es como decir: Sè mejor, pero si fallas tienes el aliciente del perdòn. Y tambièn: A pesar de que fallaste, no has fallado.
Ningùn còdigo ètico y moral ha sido tan detallado, tan bien explicado y tan futurista como el còdigo ètico espiritista como el conocido como: LAS LEYES NATURALES.
Este còdigo es una sincera ayuda para el progreso del ser, sin desviarlo a la inutilidad del misticismo, sino ponièndolo a vivir y a progresar en este plano imperfecto llamado Planeta Tierra.
Las Leyes Naturales, asì como otras tantas enseñanzas espiritistas ayudan al ser a conocerse a sì mismo, y a conocer a los demàs; y son un constante aliciente para progresar espiritualmente.

6.- El Espiritismo le brinda a la humanidad Esperanzas y Consuelos como otras religiones y doctrinas. Pero ninguna como el Espiritismo hace comprender a la humanidad que el ser, tarde o temprano tendrà su bienaventuranza. No con la facilidad que muchos creen, pero la tendrà, siendo el mismo ser el que va a imponer lo pronto o tardìo de esa bienaventuranza o perfecciòn espiritual. Es la ùnica doctrina que le dice francamente que esa perfecciòn espiritual no es un obsequio de Dios, ni un producto de la fe en una creencia. Ni siquiera algo que se obtiene automáticamente por militar en el Espiritismo. Su bienaventuranza o perfecciòn espiritual, es algo que tiene que lograr usted mismo. ¡Trabajando! Vida tras vida.
Es la ùnica doctrina que no miente, que no engaña al individuo, sino que le dice que todos tenemos que trabajar para lograr nuestra perfecciòn.
Por lo tanto….¡no es una doctrina fácil!
Ya ven los equivocados, que el Espiritismo es una doctrina muy sutil. Sus fundamentos son claros, especìficos y poderosos.

A partir del 18 de Abril de 1.857, fecha de su origen, ha sido la doctrina màs atacada. Se la atacò diciendo que los fenómenos mediùmnicos eran satànicos, y por lo tanto haciendo creer que tambièn la doctrina era satànica. Esta acusaciòn logrò muy bien su objetivo en la gente religiosa, creyente de Satanàs con màs poder que el propio Dios.
Esta campaña “satanista” en contra del Espiritismo, hizo que los adeptos religiosos no se enteraran de los verdaderos basamentos del Espiritismo.

Pero ya al humanidad no està para prohibiciones, y es asì como mucha gente de todos los niveles sociales, econòmicos e intelectuales, pero con la mente abierta al progreso, abrazan al Espiritismo que se extiende de una manera mesurada pero segura, y que al cabo de sus 154 años cuenta con un interesante nùmero de adeptos en todo el mundo.

Es una doctrina desarrollista e igualitarista, pero no comunista. Ninguna otra le brinda a la humanidad tanto para su evoluciòn espiritual. Despuès de Allan Kardec su codificador y primer difusor, muchos fueron los adeptos de la nueva doctrina quienes de una forma u otra siguieron con su labor divulgativa. Muchas obras han salido a la luz y continúan ahora alumbrando a las nuevas generaciones. EL LIBRO DE LOS ESPÌRITUS sigue editàndose a travès de los años y despertando el interès de quienes lo leen.
Pero hay que reconocerlo aquì, no hay en la actualidad muchos escritores espìritas, y los que escriben limitan ahora su divulgación sòlo en los diarios que les dan esa facilidad. Algunos diràn que tambièn el Internet. Pero en el Internet aparecen unos conceptos divulgatorios que dan vergüenza y que parecen màs bien antiespiritistas.

Ahora esa iniciativa la han tomado los espìritus que son los que dictan a ciertos mèdiums sus obras que las catalogan como espiritistas cuando no son sino abras religiosas.
Sin quitarles mèrito a quienes han escrito sobre Espiritismo, pero señalando que el mejor autor no es el que tiene màs libros escritos y editados sino el que màs se ajusta a la doctrina en sus escritos, los mejores divulgadores del Espiritismo han sido Allan Kardec y Leòn Denis, haciendo la salvedad de que sus obras tienen conceptos individuales, que no necesariamente se tienen que tomar como doctrina. Todo lo que opine un espiritista no es doctrina espìrita. Tampoco pueden tomarse los conceptos emitidos por ciertos espìritus como doctrina. Los espìritus como los vivientes opinan de acuerdo a su estado evolutivo y no puede tomarse como Espiritismo una opinión asì se haga a la luz del Espiritismo.

Cuando el Espiritismo fue introducido en Amèrica, con los años ha sufrido una metamorfosis que lo han hecho degenerar en lo màs parecido a una religión, específicamente en Argentina y Brasil.
En Argentina, primer paìs de Amèrica en donde el Espiritismo se hizo fuerte, se volvió tan intransigente y tan “cristiano” que la juventud no se interesa por èl, y està desapareciendo con los viejos.

En Brasil, gracias a espìritus fascinadoes y de mèdiums obsesados, el Espiritismo ha degenerado en un movimiento evangèlico-mediùmnico, con el contradictorio tìtulo de “espiritismo cristiano”. Ha pasado a ser una secta cristiana màs, en la que se reconocen los fenómenos mediùmnicos pero con una alta difusión evangèlica antes que Espiritista, gracias a que esos espìritus fascinadores, evangelizadores en sus vidas pasadas, han convencido a los mèdiums y sus seguidores, (en Brasil hay un alto culto a los mèdiums), que el Espiritismo y el Cristianismo son una misma cosa, y hasta dicen del Espiritismo que es “el cristianismo redivivo”. (¿?). Eso no es verdad. El Espiritismo tiene un cuerpo de doctrina, que no tiene el cristianismo. Doctrina y dogmas no son la misma cosa.

¡Insisto! En EL LIBRO DE LOS ESPÌRITUS que contiene la doctrina espiritista, salvo en uno que otro comentario del codificador o de algùn espìritu que militò en el cristianismo en vida pasada, como San agustìn, en donde que se hace menciòn a Jesùs, y se la hace sòlo para mencionar sus enseñanzas morales.
Pero como se dijo antes, las enseñanzas morales tanto de religiones o de sectas filosòficas, palabras màs, palabras menos, son las mismas. ¡Veamos! Sòlo para dar un ejemplo:
Segùn Mateo 7:12, Jesùs dice: “Asì que todas las cosas que queràis que los hombres hagan con vosotros, tambièn haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.”
Seis siglos, ANTES DE JESÙS, Buda habìa enseñado: “Haz a los otros lo que quieres que te hagan a ti.” Que es lo mismo que: “No hagas a otros lo que quieres que no te hagan a ti.”