Nuestra energía corporal, prácticamente se sitúa en nuestra alma, la cual es creada por la unión de nuestro cuerpo y espíritu.
Es el chi (energía corporal) oriental. Tan utilizada en diferentes prácticas.
La energía que nos anima para realizar todas nuestras actividades, tanto físicas como espirituales.
Pero ésta puede tener muchas cualidades, entre ellas curativas. Por ejemplo: cuando nos golpeamos, nos llevamos instintivamente la mano hacia la parte adolorida y nos damos masaje. Pues parece que queremos infundir nuestra energía más fuerte y profundamente hacia la parte adolorida, pues inconscientemente, sabemos que vamos a tener alivio con esta acción.
Cuando estamos realizando una fuerte concentración mental, o se nos presenta una situación difícil mentalmente y similares. Generalmente también llevamos nuestras manos a alguna parte cercana a nuestra cabeza. (Algunos apoyan la mano, otros se dan masajes o caricias, se rascan, etc.). Pues queremos llevar la fuerza de nuestra energía que fluye normalmente por nuestras manos, (como en todo extremo corporal, esto es: dedos de los pies, cabeza) para ayudar a revitalizar los procesos mentales que estamos realizando, con la intención de llegar a una decisión, conclusión, etc.
La escultura de Auguste Rodin nos muestra claramente esta situación, quizás tan famosa, debido a que inconscientemente nosotros identificamos esta actitud, que es tan destacadamente habitual e importante en nuestra vida.
Este es un link donde podemos observar esta escultura.

http://es.wikipedia.org/wiki/El_pensador

Paz