Está claro hasta la saciedad que la balanza maldad-bondad es algo inventado por el hombre y por lo tanto subjetiva, como me pareció leer por ahí, y relativa, por lo tanto no absoluta. Al ser ésta creada por el propio hombre (entiéndase humanidad) no puede ser atribuida a entes externos (entiéndanse deidades) existan o no éstos, lo cual no es la cuestión acá. La dualidad maldad-bondad necesariamente nos lleva a ese otro invento humano llamado "moralidad", tema que ha sido discutidísimo en otras ocasiones y que no es más que la catalogación de las acciones de los demás medidas desde el punto de vista en el cual las mismas tiene repercusión directa en mi, algo meramente egoísta, valga aclarar. Mi teoría de cómo nació la maldad es ésta: hace miles de años, cuando el humano comenzaba a desarrollarse en cuerpo y mente vio que era débil y vio también que en la naturaleza el débil muere, pero vio también que su debilidad era física pero su grandeza era mental y vio que las distitntas especies a su alrededor carecían de eso que luego llamaron inteligencia, así se supo y se consideró superior al resto de especies. El problema que ahora surgía era que la ley del más fuerte se arraigó dentro de la especie y la inteligencia misma pasó a ser un rasgo determinante, tanto como la fortaleza física o la habilidad al escalar o la velocidad. Viendo esto el ser humano tuvo que aprender a ser ágil, fuerte, veloz y demás cualidades de este tipo pero además inteligente y con la inteligencia vino también la osadía, la valentía, el bueno miedo y demás cualidades de este tipo. Esa joven humanidad vio que la mezcla de cualidades era lo mejor, pero vio, como había visto también antes, que la inteligencia le podría ayudar, así que el débil físicamente pero con inteligencia se inventó la consciencia como medio de sublevar a sus iguales y comenzó a calar en esas primitivas mentes haciéndoles ver que lo que a él, como ser débil le afectaba, no les iba a ser lícito pues era "malo" y esos seres de cuerpo fuerte y mente débil se rindieron ante la inteligencia del menos apto. Claro está, hubieron unos que fueron fuertes e inteligentes y fueron esos grandes líderes y revolucionarios que cambiaron la historía sometiendo a miles y que aún hoy recordamos, pero fueron pocos, y en su mayoría estuvo, y está, dominada la especie por los débiles de cuerpo pero fuertes de espíritu que saben cómo jugar con la psique, ya no tan temprana, de los simples mortales usando la balanza maldad-bondad en beneficio propio.
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.