"Monseñor ha dicho
que él también está
en estos momentos
pidiendo la paz
y yo estoy contento
de saber que tengo
a la Iglesia aliada,
que eso es casi ná.
Que se agarre Reagan
los sujetadores,
que se desmaquille
de su ancianidad
ya que ahora somos
un millón de locos,
treinta mil obispos
y las buenas monjas
de la caridad.
Y al señor Gorbachov
que no se haga el sueco
y que atienda un poco
lo de este suceso
ya que ahora se apuntan
los benedictinos
que son gente sana,
fuerte, sonriente,
y de sabor fino.
Don Narcis Serra
póngase a temblar
pues ahora tenemos
pá pedir la paz
dos palomas nuevas,
la una proletaria,
con ramo de olivo,
y la otra santa,
de la Trinidad.
Lo mismo decimos
a Jomeini el loco,
no nos ande usted
removiendo el coco
que en el mundo ahora
somos mayoría
pues con monseñor
y sus señorías,
tenemos a Dios.
Y al manifestarnos
la próxima vez
iremos unidos
a la mejor grey
que la iglesia tiene
sin contar con que
a lo mejor viene
un ministro de esos
de cristiana fe.
Y movilizada
tanta compañía
seguro que ahora
también a la CIA
y a la KGB
les entra tembleque
por no saber qué
hacer con los tanques
y demás merdé..." {lo cantaba perennemente entusiasta el maestro don José-Antonio Labordeta Subías, a.c.s. -"gran amigo y gran patriota"; Su Majestad Católica, dixit-}
¿Saben?; yo, como don Alberto Sabio Alcutén, titular de la cátedra de Historia Contemporánea de la universidad zaragozana (cfr. Heraldo de Aragón, 26/09/2010), también he leído la ficha de la policía franquista del maestro {donde, además de paletas y hasta gorrinas opiniones sobre sus canciones ¡y, hasta sus gustos culinarios! y señalar tope despectivamente que "acostumbra a ser la mascota de todas las semanas culturales que se celebran por Aragón", NO falta ni una de sus detenciones ni se deja de señalar, hasta con obscenos detalles, cuán calladito se quedaba cuando -NO sólo detenido y en las mazmorras- le escupían llamándole hijo y hermano de putos rojos carne de presidio, le daban de hostias o le amenazaban con pasarse por la piedra a su esposa en una esquina cualquiera un día cualquiera una noche sin luna cualquiera}. Claro, claro, claro..; ni don Alberto ni yo somos ni zampabollos ni peperos de mierda y, en fin.., ¡como tenemos la costumbre de firmar con nuestro nombre y apellidos lo que afirmamos saber!
"Me registro los bolsillos abiertos,
para saber dónde fueron aquellos sueños.
Invado las estancias vacías
para recoger mis palabras tan lejanamente idas.
Saqueo aparadores antiguos,
viejos zapatos, amarillentas fotografías tiernas,
estilográficas desusadas y textos desgajados del Bachillerato,
pero nadie me dice quién fuí yo.
Aquellas canciones que tanto amaba
no me explican dónde fueron mis minutos,
y aunque torturo los espejos
con peinados de quince años,
con miradas podridas de cinco años
o quizá de muerto,
nadie,
nadie me dice dónde estuvo mi voz
ni de qué sirvió mi fuerte sombra mía
esculpida en presurosos desayunos,
en jolgorios de aulas y pelotas de trapo,
mientras los otoños sedimentaban
de pálidas sangres
las bodegas del Ebro.
¿En qué escondidos armarios
guardan los subterráneos ángeles
nuestros restos de nieve nocturna atormentada?
¿Por qué vertientes terribles se despeñan
los corazones de los viejos relojes parados?
¿Dónde encontraremos todo aquello
que éramos en las tardes de los sábados,
cuando el violento secreto de la Vida
era tan sólo
una dulce campana enamorada?
Pues yo registro los bolsillos desiertos
y no encuentro ni un solo minuto mío,
ni una sola mirada en los espejos
que me diga quién fuí yo..." {maestro Miguel Labordeta Subías, dixit -en s/. "Donde perece un Dios estremecido (antología poética)" (Zaragoza, Mira Editores, 1994)-}
Tomen nota, se lo ruego: el 19 se cumple el segundo aniversario del fallecimiento de el Abuelo o el Jacetano. NO vaya a olvidárseles su oración (o, su minuto de silencio); porque, ya saben.., su humanidad se resentiría de ello MUCHÍSIMO.
"Los creyentes, como es mi caso, debemos asumir con fe y sin prescindir de la razón (...) que el Eterno trazó MILES de caminos para sus hijos que somos TAN iguales y sin embargo, TAN diferentes {o tan diferentes y, sin embargo, tan iguales (...)}; ¿quién de todos sería capaz de distinguir el azar de la providencia?, ¿existirá el "acaso" o será todo causalidad? Pero, creyentes o no, todos andamos un camino y NADIE puede presumir de estar seguro del suyo; de ansiarlo, sí. Un amigo mío que ya reposa en la otra orilla me decía que el río de todos los problemas regresaba a su origen que se resumía en el problema del ser, nada menos. Y, en el instituto aprendí aquello de que el ser (no solo el humano) era un concepto imposible de definir precisamente porque expresaba la característica MÁS universal que reside en TODAS las cosas y que no podría clasificarse dentro de un género superior. Estamos aquí porque otros estuvieron antes (...) y gracias a los que sabemos hoy, incluso sin abrir un libro, más de lo que nunca llegaron a saber tantísimos de esos antecesores (...). Ninguno de los que habitamos esta tierra que hoy nos acoge y mañana nos cubrirá conoce su último destino; unos no creen y otros creemos aunque las lindes puedan ser imprecisas y cambiantes. El ente humano es un ser de creencias que TRASCIENDEN en unos casos de la propia temporalidad o se quedan aquí, donde ahora vivimos (...). Dedico estas líneas a la memoria de José-Antonio Labordeta Subías, más persona que personalidad, más universalmente aragonesista que hombre de partido, a su esposa Juana de Grandes, a los descendientes de ellos..." {don Hipólito Gómez Rodríguez, profesor asociado del dep. de Economía y Hacienda Pública de la UAM; dixit -El Periódico de Catalunya, 26/09/2010-}
Siempre, en cualquier caso, a su disposición.
Jaume de Ponts i Mateu
post scriptum.- recomiendo a quien aún no lo haya leído el "Regular, gracias a Dios" -Cap i Casal, Edicions B, 2010- del maestro.