Gracias Parzival, impresionante aporte... :001_smile:
Gracias Parzival, impresionante aporte... :001_smile:
No me tientes que si nos tentamos no nos podremos olvidar... Benedetti
***
Desangelados, sin alas, sin brillo,
en las brasas de los últimos fuegos.
Así hemos llegado a creernos,
avanzando entre el lodo como vehículos
sin ruta y sin pasajeros.
Pero el ángel está en nuestros silencios,
guiando nuestros desvaríos, amansándonos la fiera.
Y el ángel no tiene alas:
se ha plegado a la vida con nosotros,
se ha rendido a las cosas
(sus formas, su número y su precio),
tiene sólo una oportunidad y un cuerpo que es el nuestro.
Y casi nunca nos abandona.
Como sueña, pesa más.
Como piensa, nos confunde y nos eleva.
Como siente, nos hiere.
El ángel que no nos salvará
tiene a ratos nuestros cabellos
y muy de vez en cuando mira con nuestros ojos.
Si toma prestadas nuestras manos, acaricia, crea, limpia.
Cuando está en nuestros labios, sonríe y besa con ellos.
Y si camina con nuestros pies, se detiene.
Hay un vértigo en el ángel que no es nuestro,
una curiosidad hambrienta que nos implica.
El ángel miente en el espejo,
ama por nosotros y ve por lo que vemos.
Cuando el tiempo, que es un mísero contable,
nos doblegue con la suma de los días que ha perdido,
el ángel se preguntará una vez más
a quién sirve sin alas si su señor termina,
por qué es traslúcido en un cuerpo que se apaga,
por qué ubicuo en un viajero que no regresa.
¡Todo lo que quiso amar el ángel,
la que pudo alcanzar, la que alcanzó a pensar!
¡Todos los ángeles que conoció,
hablándole cautivos de otros cuerpos
como se habla desde dentro, para salir hacia afuera!
¡Todas las cosas que te ayudó a imaginar
cuando no había nadie contigo,
la que quiso interpretar
y la que estaba dispuesto a construir!
Pero entre tanto, el ángel no puede dejarte.
Y al pensar en esto con sus pensamientos,
el agua sacia tu sed y el pan te alimenta.
Las nubes dibujan mensajes
para que el ángel, que eres tú, los lea
como se lee lo que nada significa y puede significarlo todo.
Y en la pasión del ángel, te rindes a ti mismo.
No me tientes que si nos tentamos no nos podremos olvidar... Benedetti
***
EL ÁNGEL QUE CAYÓ DEL CIELO
El ángel oscuro tirita consigo abrazado
intentando no helarse con su propio aliento
que pecado cometió para ser disecado
donde se pudren el resto de los secretos,
por nacer muerto del cielo fue arrojado
y cayo a un lugar en el fin de los tiempos
fue su insulto acaso el ser marginado
por no ser mas que un silencioso recuerdo.
Lucifer, el ángel mas bello del alambrado cielo
cuyas alas fueron amputadas por sentirse libre
por querer cortar las estrellas del firmamento
para que cayeran luminosas a su mundo triste,
por no tener padres ni jamás querer tenerlos
y dudar de una palabra que borracho hiciste
arderás por siempre en tu trozo solitario de hielo
encerrado en una habitación que jamás pediste.
Arranco sus ojos para recordar a su hermano
con sus propios sueños contrajo su peor pesadilla
aquel que fue injustamente sin piedad asesinado
por darle fuerzas justas para luchar por la vida,
allí se encuentra el ángel solo y desamparado
que con sus negras plumas soporto la caída
y que quedo por siempre del paraíso desterrado
por sentirse orgulloso de cada cosa que creía.
El señor de las tinieblas nunca llora ni reza
pero recuerda a su propia espada negra y nefaritica
segando a su hermano para no compartir la realeza
en un pequeño reino en el que ya solo se asfixia,
allí donde solo su armadura gótica a veces besa
donde su eco responde a sus palabras implícitas
escupido y envuelto en las sabanas de una promesa
su mirada continua escarbando en paredes crípticas.
«The brain is the seat of madness and delirium.»
-
-
1
Pensad en aquella hora:
cuando se rebelaron contra un rey en tinieblas
los ojos invisibles de las alcobas.
Lo sabéis, lo sabéis. ¡Dejadme!
Si a lo largo de mí se abren grietas de nieve,
tumbas de aguas paradas
nebulosas de sueños oxidados,
echad la llave para siempre a vuestros párpados.
¿Qué queréis?
Ojos invisibles, grandes, atacan.
Púas incandescentes se hunden en los tabiques.
Ruedan pupilas muertas,
sábanas.
Un rey es un erizo de pestañas.
2
También,
también los oídos invisibles de las alcobas,
contra un rey en tinieblas.
Ya sabéis que mi boca es un pozo de nombres
de números y letras difuntos.
Que los ecos se hastían sin mis palabras
y lo que jamás dije desprecia y odia al viento.
Nada tenéis que oír.
¡Dejadme!
Pero oídos se agrandan contra el pecho.
De escayola, fríos,
bajan a la garganta,
a los sótanos lentos de la sangre,
a los tubos de los huesos.
Un rey es un erizo sin secreto.
Como yo, como todos.
Y nadie espera ya la llegada del expreso,
la visita oficial de la luz a los mares necesitados,
la resurrección de las voces en los ecos que se calcinan.
---
No me tientes que si nos tentamos no nos podremos olvidar... Benedetti
***
«The brain is the seat of madness and delirium.»
Huyo de las alturas y de la turba
entre pájaros flautistas por la senda de los lobos
Huyo de nadie por los caminos siniestros
donde abundan las promesas no cumplidas
y una niña arma ángeles de papel maché
al orilla de una fogata helada.
Busco refugio en las barrancas del tiempo
mientras un excitado sol se mete
bajo las polleras de las tinieblas
para lamer el cálido semen del crepúsculo.
Tú me observas sorprendida, incrédula,
esperado que el ocaso cuestione
las lujurias de la luz y la neblina.
Me observas… a mí,
que te bajé las últimas estrellas
mientras jugabas a borrar con tus dedos
las hojas amarillas de la luna.
¿Quién te dijo, mujer, que la noche no dormía?
¿Quién te contó la fábula del amor eterno?
¿De la paz inclaudicable,
de la igualdad y de la justicia?
Huyo de ti que no me encuentras
Huyo de mí que no me hallo
Huyo del mundo que me duele más que nunca
que nunca me dolió mas que ahora.
Escapo de las várices que sangran en la tierra
por los contornos del caos y la violencia.
Huyo de las aves que nunca me enseñaron a volar
y del vuelo que me estrelló tantas veces
en las alcantarillas nauseabundas de la realidad.
Huyo de un dios que se olvidó de decirme que existía
y de la existencia de un dios que no deseo conocer.
Huyo de la voz y de la espina…es decir
de la palabra y de la flor
porque no tengo nada que decir ni a quien amar
Porque ya no quiero decir ni amar
Porque Eros quitó el gemido del Olimpo
y Thánatos beso mi corazón encrucijado.
Huyo de Eros y de Thánatos,
porque se que aún me miras
escondida detrás de todos los relojes
inyectada de vértigo y misterio
oculta en una niña de sangre y seda
armando y desarmando
ángeles de papel maché
a la orilla de una fogata helada.
---
No me tientes que si nos tentamos no nos podremos olvidar... Benedetti
***
«The brain is the seat of madness and delirium.»
El ángel bueno
Vino el que yo quería
El que yo llamaba.
No aquel que barre cielos sin defensas.
Luceros sin cabañas,
Lunas sin patria,
Nieves.
Nieves de esas caídas de una mano,
Un nombre,
Un sueño,
Una frente.
No aquel que a sus cabellos
Ató la muerte.
El que yo quería.
Sin arañar los aires,
Sin herir hojas ni mover cristales.
Aquel que a sus cabellos
Ató el silencio.
Para sin lastimarme,
Cavar una ribera de luz dulce en mi pecho
Y hacerme el alma navegable.
De Rafael Alberti.
«Thou wilt keep him in perfect peace, whose mind is stayed on thee: because he trusteth in thee». – Isaiah 26:3
-
Muy hermoso Magannita, todo un hallazgo... :001_smile:
---
---
No me tientes que si nos tentamos no nos podremos olvidar... Benedetti
***
"Angel en Reposo"
-
---
No me tientes que si nos tentamos no nos podremos olvidar... Benedetti
***