<<En esta reflexión dominical partimos de la hipótesis que de todo cuanto hay en el Universo, pertenece al mundo de natura o al reino de la cultura.
Para diferenciar estas competencias nos es más o menos simple, recurrir a la acción del hombre.
Luego entonces, en el mundo de la naturaleza física del Universo, la mano del hombre no ha tenido ninguna intervención.
Este enunciado no tiene dificultad para entenderse porque es muy fácil aceptar que el hombre no tiene que ver, en los miles de millones de estrellas con sus respectivos miles de millones de satélites, cometas y demás cuerpos celestes.
Por el contrario, en el reino de la cultura, todo lo que hay o existe es producto de la creación del hombre, al menos en nuestro planeta.
Por lo tanto, tampoco es difícil aceptar que las construcciones materiales con su arquitectura muy particular, los idiomas, las instituciones políticas como el Estado y las religiones o creencias son un producto cultural, es decir, son el producto de la creación del hombre.
La filosofía como todo el conocimiento que existe en el universo conocido, por supuesto que también es un producto cultural, es un producto humano, en consecuencia para nuestro entendimiento, el concepto de Dios solamente pudo ser usado por el hombre hasta que la evolución de la especie le permitió al cerebro humano construir algunas especulaciones con Dios con cierta profundidad.
El hombre para llegar a la madurez del pensamiento abstracto tuvo que crear lenguajes, escritura, sistemas numéricos, etc. Es impensable que la especie humana hubiese llegado hasta estas etapas de su desarrollo, si antes no hubiese construido aquellos instrumentos o herramientas.
Por lo anterior, también se infiere que el hombre primitivo no estaba en condiciones de especular de nada, menos de un concepto tan abstracto como lo es el de Dios.
Por lo tanto, colegir que el concepto de Dios apenas si tiene algunos 3 o 4 mil años, es entender que el hombre se pasó más de un millón de años sin tener la más remota idea de Dios.
Reflexionar que Dios es un concepto muy nuevo y que es producto del hombre que desarrolló su pensamiento, no entraña ninguna dificultad para incluirla en las conjeturas de este domingo de resurrección.
No es superfluo precisar que la especulación de Dios, se hace a través de la lente del pensamiento filosófico.
En este orden de ideas entonces, se suele encontrar enunciados que expresen que son dos calificaciones fundamentales que se le atribuyen a Dios: la de causa y la de bien.
Por la primera cualificación se afirma que Dios es fuente o garantía de todo lo que de excelente hay en el mundo y sobre todo en el mundo humano.
Para el pensamiento filosófico Dios es el creador del mundo. Esta concepción es probablemente la más antigua en la historia de la filosofía; el primero que la expresó con mucha claridad fue Anaxágoras, que consideraba a la inteligencia como la divinidad que ordena el mundo.
A su vez, Platón insistió que el concepto de Dios era el primer motor o guía de todas las cosas que se mueven.
Esta misma analogía fue recogida e impulsada por Aristóteles. Para el discípulo del filósofo ateniense Dios es el primer motor con el que comienza necesariamente la cadena de los movimientos, o la causa primera con la que se inician las series causales.
Precisamente, para Aristóteles Dios concebido como causa final, es el creador del orden del universo.
Con este filosofar con el concepto de Dios, también es muy fácil entender que este concepto es producto de la creación humana, es un producto cultural.
Después de que el hombre inventa el concepto de Dios, le entra la preocupación por demostrar su existencia.
En este esfuerzo filosófico lo único que puede hacer el hombre de ideas es seguir especulando.
La prueba que fue considerada como más sólida por el mundo clásico y medieval es la que se deduce del movimiento.
No olvidemos que fueron los filósofos griegos Platón y Aristóteles los primeros que recurrieron al movimiento para explicare la existencia de Dios.
Y no olvidemos tampoco que la Escolástica de la Edad Media adulteró en más de un sentido las aportaciones filosóficas de Aristóteles.
Para los escolásticos representados por Santo Tomás, parten del principio de que todo lo que se mueve es movido por otro.
A su vez, si lo que mueve a otro es, a su vez movido, es necesario que lo mueva un tercero y a éste alguien más.
Sin embargo, no se puede seguir indefinidamente con este razonamiento, porque así no habría un primer motor y por consiguiente no habría motor alguno, pues los motores intermedios no se mueven más que en virtud del movimiento que reciben del primero.
Este argumento fue sometido a examen por Guillermo de Occam y les niega la validez de los dos principios en los que se funda.
En efecto, para Occam se puede afirmar racionalmente que alguna cosa se mueve por sí, como el alma, el angel o el peso mismo que tiende a bajar y que el proceso hacia el infinito a menudo se da en la experiencia.
Por ejemplo, cuando se golpea uno de los extremos de una longitud continua, la parte golpeada moverá a la parte más próxima y ésta a otra y así hasta el infinito.
Con esta prueba se puede concluir que solamente existe un primer motor y no en la de una causa creadora.
Por su parte, Kant hizo notar la gran dificultad de establecer una proporción precisa entre el movimiento y el motor.
Con esto Kant quiere decir, que se induce la existencia del orden y del movimiento. Yo no creo dice el filósofo alemán, que nadie tenga nunca la osadía de conocer la relación de la magnitud del mundo por quien la observe, con la omnipotencia del orden cósmico, con la suma sabiduría, de la unidad cósmica con la unidad absoluta del creador.
Finalmente, es fácil de apreciar que el conocimiento, o el saber filosófico de las mentes y espíritus más lúcidos de los últimos tiempos, no se encuentra en los hombres de la prehistoria (no había escritura).
Por lo tanto, Dios es una creación reciente. No podemos imaginar a los hombres de hace 50 o 70 mil años ocupados en estos menesteres. Estas son algunas de las cosas en que me pongo a pensar, sobre todo cuando algunos hombres de escasa inteligencia se ponen a asustar a la gente con su Dios.>>