Iniciado por
Socorp
Hola Learsi,
Siempre es un gusto leerte. Te diré lo que a mì me parece de todo esto. Estoy fuera de concentración porque estoy en vacaciones pero trataré.
La realidad es lo externo a nosotros. Tiene obviamente existencia propia pero que es diferente a la representación que nuestra mente tiene de ella.
Sabemos que un fenómeno podemos medirlo y lo conoceremos hasta el punto en que nuestros instrumentos de medida y observaciòn sean confiables y precisos. Asì, nuestra interpretación de un fenómeno será en la medida de la perfección de nuestro cerebro (nuestro instrumento de mediciòn) y de nuestra mente. (que no son ni confiables ni precisos)
Conociendo lo limitado de las funciones de nuestro cerebro, no podremos jamàs llegar a conocer perfectamente un fenómeno o evento dada la imprecisión e irrepetitividad de las observaciones y la imperfección de nuestra mente. Inventamos nuevos aparatos e instrumentos para aumentar nuestros sentidos y las formas de interpretación de la realidad pero, nuestra imperfección es tal, que no logramos verla y, si la vemos, dudamos de ella. Tanta es nuestra pequeñez ante la realidad.
Por eso dije que toda nuestra realidad es subjetiva.
La realidad existe y es distinta a lo que entendemos de ella; cada uno tiene su realidad. Lo que no existe para nuestra mente es la verdad. La Verdad no tiene existencia en si misma porque nosotros la inventamos por la imperfección de nuestra mente. Si las cosas son como son y la vemos y entendemos como son, no existirìa el binomio Verdad-Mentira: sería todo como debe ser. Al ser imperfecta nuestra mente es que dudamos y nos preguntamos ¿cuàl es el modo correcto de entender un evento? Si lo entendiéramos como realmente es, no tendríamos esa duda y la pregunta no tiene cabida.
Esto es, la Verdad la fabricamos porque somos imperfectos y en nuestra mente, una “verdad absoluta” no tiene cabida.
Por ejemplo, en el caso del color, sabemos que la luz està compuesta por una partícula de energía electromagnética llamada “fotón”. Según la frecuencia de esa onda electromagnética es el color de esa luz e impresiona de un modo o de otro nuestra retina y, por supuesto, nuestro sistema nervioso: a cada uno el suyo. Esta podría ser vista como una verdad total sobre la luz al dìa de hoy, aunque las dudas son muchas aun.
Pero en base a lo que nuestra retina percibe y lo que nuestra mente elabora, el color toma una infinidad de verdades relativas. El artista que los combina, el TV que suma los colores primarios (Verde, Rojo y Azul) en las proporciones justas para dibujar ante nuestros ojos las imàgenes, nuestro ojo que tiene mayor sensibilidad ante el color Verde amarillento y que en la naturaleza el Verde y el amarillo son los màs presentes: el verde de las hojas y el amarillo de la tierra y la arena (recordemos que el marròn es amarillo oscuro). También podemos ver como el rojo es el que màs llama la atención y por eso es usado como señal de peligro (aun cuando no es el que màs sensibiliza nuestra retina), el anaranjado es el que mejor se distingue del blanco y por eso la ropa en lugares donde predomina la nieve (antàrtida, por ejemplo) se prefiere el uso de ese color. Pero todo esto no hace al color en si mismo sino a la interpretación que nuestro sistema nervioso hace del “color”.
Como hacemos a decir que es verdad todo lo anterior si no lo hacemos relativo a nuestra capacidad de “visión”. En la naturaleza, el color es algo que no tiene ni siquiera nombre por sì mismo; tiene alguna razón de ser si hay un ojo que lo mira y una luz que lo alumbra. Por lo demás es completamente insignificante.
Los números no existen sino en nuestra mente. Nuestro cerebro inventò los números para contar la realidad y luego los desarrollò para hacer que esos mismos números lo ayuden a explicar mejor la realidad y a preverla. Pero no es màs que un artificio mental para lograr entender mejor la naturaleza. Los números se denotaron como una herramienta poderosa y un lenguaje de traducción de la naturaleza para nuestra mente. No lograríamos entender la naturaleza con nuestra estructura mental si no hubiésemos inventado los números. Es un modo de dialogo entre mente y naturaleza.
Espero no haber sido cansador y te saludo cordialmente.