Vaya vaya. Una que dice tener la pelota de baloncesto y no la enseña.
Dices que los religiosos no tienen compasión y atacan...Bien, vayamos a este mismo hilo:
Un señor abre un hilo y cuenta sus experiencias religiosas. Al poco tiene a una pléyade de ateos atizándole todo lo que pueden y más....¿Dónde está la pelota de baloncesto querida amiga?
Un besito
¿Y si le preguntamos a tus "amiguitos" quién tiene la pelota....? ¡¡Qué arte Dios!!
Me voy a sentar aquì a mirar como Zanpopò demuestra la existencia de su dios, ese al que adoran los catòlicos, juntamente con sus beatos, santurrones y virgencitas. Eso, si es un reto.
¿Siempre vuelves todo por pasiva? ¿Y si esperamos educadamente los turnos?
Creo que tu amiga estaba antes que yo. ¿No pretenderás que me vuelva un gañan como tú y no respete el turno de palabra verdad?
Yo le he preguntado una cosa a tu amiga. Una vez que obtenga una respuesta que no sea la de siempre, o sea sé..."una paranoia", usaré de mi turno y te demostraré lo que gustes....aunque dudo que seas capaz de entenderlo.
Mejor respetamos...¿no te parece?
Me vas a responder de acuerdo a tu fe? No te gastes, que ni creo que valga la pena, ni que sea tanta como piensas. Te voy a decir como veo yo las cosas: los ateos dan preguntas suficientes, y responden, no cuìdandose de diosito, ni dàndose golpes de pecho cual hipocritones, al menos tienen eso; en cambio, los creyentes, estàn como cuchillito de palo, segùn, son inofensivos, pero te joden con los infiernos, te condenan a la herejìa y te tachan de blasfemo, tù dime, en dònde ves màs honestidad y coherencia? Y conste, no son todos, pero se ve una tendencia autodestructiva de las creencias en diosito (asì, chiquito); entoncès, me decìas que me vas a confirmar, comprobar y embarrarme en la jeta la existencia de tu diosito? Pequeño Piolìn? Anda....
-----------------------------------------------
Última edición por TOMÁS MORO; 24-abr.-2012 a las 13:40
«Señor: Dame un alma sana, de manera que frente al pecado no me escandalice, sino que sepa encontrar la forma de ponerle remedio y no permitas que me tome demasiado en serio esa cosa tan invasora que se llama "yo". Amén»