-"¡No me diga..!"

Me ENCANTA ser de utilidad a las damas... Le cuento, por tanto, que sí: aunque es sabido que 27 siglos antes de nuestra era los chinos de la época de los 三皇 y los 五帝 conocían muy bien el maniement des armes y, sobre todo, del sabre y que 22 siglos antes de nuestra era el imperio del acadio sargónida ya tenía écoles d’armes (de las que, dicho sea de paso.., la investigación especializada hace el origo del substratum de la légende de las llamadas "Ἀμαζόνες"), ep!, los primeros escrimeurs au combat conocidos se remontan al 1190 a.C.; y, están representados PERFECTAMENTE (armes mouchetées, los escrimeurs con masque...) en unos bas-reliefs de la hipóstila del templo del faraón llamado Usimare Ramesses III sito en la actual ‏مدينة هابو, una ciudad cercana a la otrora metrópoli egipcia que los classiques llamaron "Θῆβαι", en la orilla oeste del Nilo, frente a la ciudad moderna de الأقصر y de su antiguo templo dedicado al dieu ithyphallique par excellence del panteón egipcio. Abundo, damas y caballeros, diciéndole que la eximia Magda Saleh, en una entrevista en 1980 para el nº 5 del African Roots, que la escrime egipcia es el arte marcial egipcio MÁS antiguo del que se tiene conocimiento; y, que su práctica, otrora reservada a ceremonias y procesiones religiosas {también existe constancia que, en la corte del faraón llamado "Ramesses II", se organizó un campeonato internacional de escrime en el que se enfrentaron soldados egipcios contra los de naciones aliadas extranjeras}, aún se mantiene viva en el folklore popular {se practica sobre todo en el noveno mes del calendario musulmán -o, رَمَضَان-; del arte marcial han derivado el تحطيب, una danza que simula el combate entre dos hombres, y la derivación del رقص شرقي que es una imitación de la lucha realizada por mujeres -es habitual que se interpreten estos bailes en las celebraciones matrimoniales-}. Como la percibo claramente interesadísima, ¡ah!, le pormenorizo que la ancestral escrime egipcia tenía ya la figura del arbitre; que, antes de los assauts, los tireurs saludaban al publique haciendo una inclinación, bajando las armes y llevándose a la frente la mano izquierda; y, que los vainqueurs obtenían premios, (como, v.g., collares)...

"Ya, ya..."

Sí, sí, sí..; la escrime tuvo siempre indiscutida e indiscutible CLASE. No más hay que fijarse, le sugiero rendidamente.., que, en el tiempo de los classiques y a diferencia del resto de personal dedicado a la formación de sus hijos (como, v.g., el pedagogo, el músico, el gimnasta...), el maître d'armes (es decir, el llamado "ὁπλομάχος") NO era un esclavo sino un hombre libre a quien se pagaba por sus servicios (era, además, muy CARO; y, por tanto, NO todo quisqui podía permitírselo). Cualquiera podía ser un "γυμνίτης" -armado, si encontraba por el camino, de piedras o palos (en las legiones romanas se le llamaba "veles")-, un "ὁπλίτης" {el "ὅπλον" -literalmente, "arma"- era una simple lanza (los mejores de ellos -es decir, los "πεζέταιροι"- llevaban una "σάρισα", una larga pica de 3 a 7 metros de longitud)} o hasta un "πελταστής" {cuyo armamento era un "ἀσπίς" o, como mucho, un "δόρυ" -son tipos de jabalinas, sí-}; pero, no más quienes sabían (es decir: habían tenido pasta para aprender) podían manejar un "ξίφος". Por ejemplo: en la corte siracusani de Διονύσιος, ο Πρεσβύτερος, y Διονύσιος, ο Νεότερος, éstos entrenaban con su "ὁπλομάχος" en lo más recóndito de sus habitaciones privadas y estaba penado con la MUERTE presenciarlo.

-"¡Oh!"

Mon Dieu!; ¡qué error ilustrar el thema con las prácticas de los capos aretusei! Rápidamente, mes amis/es, hablo de que quizá fué la mismísima Nimue {o, Ninie o Viviane}, la Lady of the Lake, y no Merlin quien adiestró al King Arthur en el manejo comme il faut de Excalibur {del latín "ex calce liberatus" -o, "liberada de la piedra" (se acepta que el nombre se lo dió el maestro Wace, poeta anglo-normando del siglo XII)-} y que el celebérrimo mago no más le advirtió que el fourreau era, incluso, MÁS importante que la espada misma (pues, su magia impedía a los enemigos herirle) y, en consecuencia, debía guardarse de las femeninas hechicerías que buscarían arrebatárselo (veo, ¡oh, sí!, su renacida curiosidad y le pormenorizo que, malgré la medio hermana del King Arthur -la hechicera Morgan le Fay- seduciéndole diabólicamente -de tan pecaminosa relación nacería el malvado Mordred o Gwydion- se lo robase para dárselo a su amante sir Accolon, el precioso fourreau, gracias a la intervención de Hector des Mares, el medio hermano de sir Lancelot (o, Launcelot) du Lac, sería, finalmente, recuperado). Su interés es, cette éclosion!, ya TAN notorio que no puedo evitar comentarle que la commune de Juèsa (o, Joyeuse) debe su nombre a Joyeuse, la épée del llamado "Charlemagne" {«nous avons fort à dire sur la lance dont Notre Seigneur fut blessé sur la Croix; Charles, grâce à Dieu, en a la pointe; il l'a fait enchâsser dans un pommeau d'or; en raison de cet honneur et de cette grâce, le nom de Joyeuse fut donné à l'épée; les barons français ne doivent pas l'oublier: c'est de là que vient «Montjoie», leur cri de guerre; c'est pourquoi aucun peuple ne peut leur résister...» -"La Chanson de Roland" (Éditions Chez Jean de Bonnot, París, 1975), dixit-}. La cosa fué así: perdida Joyeuse en el campo de batalla, et voilà!, fué encontrada por un chevalier oriundo del Ardèche; el imperator, para recompensarle, re-bautizó su fief con el nombre de su imperial épée y le concedió el derecho a practicar con él la escrime.

-"¡No me cansaría de escucharle! Por cierto..; ¿le molestaría que le tuteara?"

«Bravo!», «bravo!», «bravo!»

Siempre, en cualquier caso, a su disposición, damas y caballeros.

Jaume de Ponts i Mateu