¿Saben, damas y caballeros?; en los fora de los classiques NO existía le dernier mot; porque, salvo quienes iban a mirar qué podían robar a los despistados, NADIE iba a de a los fora: se iba, concreta y específicamente, a tal o cual conciliabulum o, incluso, a alguno de los occulta conventicula que, esas cosas.., se desarrollaban en tal o cual parte de los fora.

Era difícil, por tanto, que entre personas concreta y específicamente interesadas en tal o cual affaire (¡miren ustedes si estaban interesadas que habían salido de sus cómodos homes y habían ido a los fora arriesgándose a ser robados o algo peor!) hubiese interés ninguno por currarse ¡mots!

En realidad, damas y caballeros, ¡como daban la cara (eso era entonces conditio sine qua non para siquiera ser tomado en cuenta o aun ser visto)!, procuraban hablar SÓLO leyendo documentos o citando testigos que tenían al lado asintiendo y, ¡desde luego!, preferían en toda ocasión y circunstancia fuese OTRO quien se quedase sin ser respondido (es decir: satisfecho).

Los foros de la Red ¡NO son los fora!; en realidad, mes amis/es, un foro de la Red como toca y procede es el exacto equivalente de lo antes llamado conciliabulum (y, sí: también en el día hay muchos occulta conventicula) y serían los diversos servidores los exactos equivalentes de los fora.

Pero, claro..; ya saben..; la mala hierba es lo MÁS imposible de erradicar de este valle de lágrimas..; ¿DÓNDE reptar ahora quienes iban a los fora a ver si robaban algo?, ¿eh? Y, en definitiva.., ¿QUÉ robar ahora si las bolsas no están de cuerpo presente?

Pero.., ¡ah!; para paliar estas aparentes dificultades, my dears, la Red ofrece la posibilidad de ignorar dar la cara y pasarse por el forro los modales... Por tanto, et voilà!, los/as rapaces, los/as ratas y los/as babosas tienen la puerta abierta en cualquier conciliabulum y, ¡faltaría plus!, en todos los occulta conventicula.

Mais, a fin de cuentas, ¿QUÉ robar?

No acierto yo a imaginar cómo podría ser quien dió a conocer en la Red el jueguito..; pero, ipso facto aclaro, noblesse oblige, que ¡vamos!, me habría encantado conocer a alguien con TANTÍSIMA finesse en su bisturí... Ciertamente, damas y caballeros, NO se merecen los/as rapaces, los/as ratas y los/as babosas ¡se les haya hecho pensar en tal rocambole de jueguito (ergo, robar le dernier mot)! porque, ¡ah!, ya saben que hacer y a qué ir a los lugares de la Red por donde husmean.

¿Lo sabían?; en los salons parisinos del Ancien Régime, my dears, se colaban sopotocientos con muchos llamados buenos modales que trataban (y, lograron con vertiginoso éxito) despistar a quienes pagaban el buffet, la calefacción y las antorchas entreteniéndoles con su habilidad para replicar CUALQUIER cosa.

Las damas y los caballeros reían displicentes mientras el tal o el cual se inclinaba hasta el suelo después de haber dicho le dernier mot sobre eso o aquello... ¡Ah!; ni ellas ni ellos conseguirían del tal o cual, mutado en mandamás de tribunal révolutionnaire, ni un asomo de lástima incluso besándole los pies y anegando el polvo que sus zapatos pisaban de lágrimas y mocos de desesperación.

Por cierto..; ¿se han fijado en la diferencia que hay entre le dernier mot y la última palabra?

¡Claro que sí!; entre los/as foreros/as comme il faut se tiene muy en cuenta. Es -ya sé, ya sé...- la forma en que puede distinguirse a quien ha venido a algo de quien está, en fin.., ver qué roba (o sea, a quien logra épater con su rollete de currarse le dernier mot).

¡NO!; no se lo digamos a nadie que no merezca saberlo porque.., ¡ay!, es palmario que la Red (así como una neo-Clío) aún NO ha decidido si los/as rapaces, los/as ratas y los/as babosas van a heredar el cosmos y nosotros/as vamos a ser olvidados o, incluso, recordados como una mala época o incluso el colmo de lo inhumano...

Y, por tanto, aún tenemos derecho a luchar con TODO lo que tengamos disponible a nuestro alcance por sobrevivir.

Siempre, en cualquier caso, a su disposición, damas y caballeros.

Jaume de Ponts i Mateu