Sólo aquella vez preguntó ma iaia, a.c.s.

¡Ah!; la hija del alcalde había ido de viaje de novios ¡al otro lado del charco! ¡Entonces, damas y caballeros! No hubo, pues, casa respetable en la ciudad y la entera comarca que no les invitase para ¡saber de las Américas! Ma iaia, a.c.s., tuvo que esperar su turno, bien sûr... Pero, ¡oh, sí!, llegó.

Habían estado en mazo sitios..; pero, la recién casada estaba.., oigan.., FLIPÁ con lo de Nazca. En realidad, mes amis/es, había sido EL lugar al que querían ir sí o sí..; ¡cuenten con que, por entonces, estaba en pleno BOOM el bestseller del inefable Erich-Anton-Paul von Däniken! ¡Vamos..!; miren ustedes si era BOOM que ¡acá nos habíamos enterado! y fué TAN holística la cosa que ma iaia, a.c.s., que ya por entonces pasaba muchos días indispuesta.., ¡lo había leído enterito a pesar de que sabía que trataba de, como ella decía.., "platillos volantes"!

Preguntó, bien sûr. ¡Es la ÚNICA vez que mostró auténtico interés por la temática! Yo aún FLIPÉ más de lo que ya estaba flipando al escuchar, embobado, a los recién casados; unos entregados prosélitos de las apasionadas especulaciones dänikenianas, sí.

La recién casada, que la conocía muy bien.., se evadió elegantemente de contestar si ella estimaba que aquello NO había sido hecho por los indígenas comentándole a ma iaia, a.c.s., que tal era una quaestio, al fin y al cabo, menor; dado que el thema estaba en los PLANOS en virtud de los cuales se hizo aquello y en el ESPECTADOR a que aquello estaba destinado.

Claro, claro, claro..; ma iaia, a.c.s., juzgó un input baladí que NO pareciera ser el espectador NADIE que no pudiese contemplar aquello desde el AIRE y desde muy arriba e, incluso, con cierta cortés displicencia señaló que darse cuenta de la importancia trascendental que a ello daba el señor von Däniken en su libro le había tentado dejar de leerlo ipso facto.

¡Oh, claro!; ella ya sabía que eso era buscarle la boca a, ya lo sabía.., ¡unos jóvenes que idolatraban al citado autor!; pero, NO me sorprendió: cuando ma iaia, a.c.s., tenía curiosidad (¡eso SÍ era sorprendente!) SABÍA cómo satisfacerla.

El recién casado recogió finamente el guante dándole la razón. Es decir: al lado de lo BÁSICO que devenía que indiscutida e indiscutiblemente debió haber unos PLANOS, ¡por favor!, el espectador... Él, como cualquiera, sabía que el el diseño del santo de los santos del Templo de Salomón fué SÓLO para el Eterno y para contemplar el fulgor de los jeroglíficos sagrados de las pirámides había que estar, por lo menos, muerto. ¡El espectador..!; se podría, de desearse, perder el tiempo elucubrando si la dinámica artística de nuestra civilización (y su lenguaje, fórmulas y axiomas) es de recibo aplicarla a fenómenos humanos de los que desconocemos si sus autores se tenían por lo que acá entendemos por artistas...; pero, ¿QUÉ había del obvio hecho que hubo de haber unos PLANOS?, ¿eh?

Ma iaia, a.c.s., demostró que había pensado MUCHO en ello sugiriendo que lo que habría que descartar como una pista de aterrizaje era, por ejemplo, la espiral de la cola de un mono, por mucho que el simio mida 135 metros, o, v.g., el zigzagueante cuello de un gigantesco pájaro de 300 metros y aun que, a fin de cuentas, no parecía cuadrar que unos prodigiosos visitantes volasen en unas naves que necesitaran de largas pistas; algo propio, apuntó amigable.., de los sencillos aviones terrestres...

Pero, SÍ: admitió que, sea como sea, allí estaba aquello y, SIN duda, había habido un DISEÑO previo; aunque, ¡a ella le parecía aventuradísimo decir, después de defender eran aeropuertos para extraterrestes, que son crípticos mensajes para que éstos volvieran!

Quien acusó el golpe fué la recién casada..; quizá porque su flamante marido no conocía aún las apresuradas rectificaciones del bueno de von Däniken después de las definitivas críticas que recibieron sus especulaciones por parte de, SIN excepción, toda la comunidad académica ad hoc.

Muy cortés, pues, comentó que ¡al fin y al cabo lo que dijera von Däniken..!; ¿no vería también la señora de Ponts la madre del cordero en que aquello ESTABA; y, que ni siquiera desde la colina más alta de alrededor era posible hacer un plano para realizar todo aquello?

Ma iaia, a.c.s., comentando CUÁNTAS cosas habrá que desconocemos, CUÁNTAS habrá que no se desconocerán dentro de un siglo y CUÁNTAS habrá que jamás se sabrán derivó la conversación, a través de la, lo admitió.., VERTIGINOSA perfección técnica de aquellas líneas (¡sólo unas pequeñísimas desviaciones a lo largo de kilómetros!), a que hacía poco que se sabía que el llamado "teorema de Pitágoras" era usado muchísimo antes de siquiera nacer el maestro en la India y que en el llamado Creciente Fértil se sabía la forma de resolver los problemas que se empezaron a resolver cuando se descubrió el llamado "Teorema de Pitágoras" SIN tener ni idea de éste. ¿A que parecía IMPOSIBLE calcular el movimiento planetario a través de la seguridad que este valle de lágrimas era el centro del cosmos? Pues, en fin.., se había hecho y con repetido éxito.

La recién casada, ya he comentado que la conocía muy bien.., NO se resignó a no llevarse un trofeo y, mirándola encantadoramente, le dijo que a ella también le resultaba INIMAGINABLE cómo se habían podido hacer los PLANOS de todo aquello.

Ma iaia, a.c.s., NO le ocultó la gentil sonrisa de vencida antes de, finalmente, recalar la conversación en temas gastronómicos indianos.

¿Yo?

Yo no me atreví a acosarla demasiado con esto... Ya estaba muy malita..; y yo, ¡era joven, sí!, pero la quería MUCHÍSIMO.

Siempre, en cualquier caso, a su disposición, damas y caballeros.

Jaume de Ponts i Mateu