¡Ay, qué cruz!

Sí, sí, sí..; todo quisqui sabe que las actuales razas de patos para disfrute del paladar del ser humano son, tanto el ánade real o azulón como el canard de Barbarie, descendientes directos de antepasados originarios de América del Sur..; pero, no sólo en mi opinión, distan mucho las razas criadas normalmente en el Perú (básicamente el pato de Pekín y la raza cayuga) de estar a la altura de, por un lado, razas excelentes ponedoras como la del llamado corredor indio o la de los sin pares (en cuestión de huevos...) kaki-campbell, y, por otro, de las razas de Anas platyrhynchos y Cairina mostacha más famosas y veneradas por el gusto que, et voilà!, da su CARNE.

Y, como de lo que se trata es de CARNE...

¡Por supuesto!; mi modesto criterio al respecto, damas y caballeros {si de lo que se trata es, como es el caso, de CARNE}, es definitivo (¡y, de sobra conocido!): en modo alguno hay NADA como, cette éclosion!, un tierno canard de Rouen {aunque, ahora que pienso.., si se quiere hacer guiso yo, particularmente, me inclinaría más por un puro Aylesbury duck de no más de 2'5 kgs, bien jovencito él.., alimentado desde su cuna como si se alimentara al propio hijo}.

No, no, no..; ¡ay!, NO me consta que en Perú existan granjas que trabajen con la raza del Aylesbury duck {aunque, SÍ existe una en, por ejemplo, la ciudad colombiana de Tumaco}..; pero..; ahora que recuerdo..; ¡sí!; SÍ hay, no en puridad en el Perú.., pero sí en Villa Taumaturgo {lugar en el brasileiro estado de Acre; en la mismísima frontera, por si no acaban de ubicar...}, una granja donde un andaluz con vista está haciendo bastante dinero ¡con una explotación dedicada a la raza del canard de Rouen!

Deben traerlo de allí. SEGURÍSIMO.

Ya me he quedado más tranquilo, sí.

Verán..; ¡es que me habían llamado una pareja peruana entrañables amigos de toda la vida diciéndome que traían un "pato de esos que te gustan, Jaume" y que nos íbamos a comer "un guiso para re-chupetearnos los dedos, Jaume"!; y, claro.., yo estaba ¡en que NO había pensado en la granja de Villa Taumaturgo, imbécil de mí..!

¿Cómo iba a ser de otra forma con el PALADAR, ese sublime don de Dios Nuestro Señor, que tiene la pareja peruana de que les hablo?

¡Y; conociéndome como me conocen, claro!

Sobre todo, por eso.

Siempre, en cualquier caso, a su disposición, mes amis/es.

Jaume de Ponts i Mateu