Para el autor del tema.
Las catástrofes no vuelven buenas a las personas. La gente se ayuda después de una catástrofe para continuar como sociedad. Cuando percibimos la desgracia de un semejante, el nivel de oxitocina incrementa extraordinariamente de un segundo a otro. Esto de las hormonas se trata de herramientas evolutivas indispensables en la supervivencia del ser humano. De no tener ese juego de hormonas en cierta cantidad necesaria, el nivel de empatía suele encontrarse bajo, como en el caso de muchos criminales estudiados con muy baja oxitocina.
Cuando todo el asunto se calma después de la desgracia, el nivel de oxitocina baja, incluyendo la adrenalina que se generó. Y por otra parte, sube el nivel de endorfina para tranquilizar el sistema nervioso, digestivo y cardíaco.
Una vez que el problema se resolvió, el nivel de hormonas se vuelve estable y entonces las personas "buenas pueden volver a ser malas" siempre y cuando la persona no haya quedado traumada.
Porque una catástrofe trauma a la gente que lo vive, y mientras eso ocurre, los fanáticos religiosos que se enteran por las noticias se regocijan de alegría pese al trauma del sufrido.
¿No se vio perverso esto último?
Pero si un "surimi" arrasa con la familia de un fanático religioso, entonces la percepción cambia, la obra no podría ser un trabajo de Dios para que reflexionemos. Debería ser obra de algo como del diablo o producto del mismo hombre que solito está derritiendo las aguas.
Que listillos
Última edición por IQ300; 26-oct.-2011 a las 17:21
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