Iniciado por
pablo ramos
:Aunque puedo no trasmitirlo, reflexiono desde hace tiempo, y muchas veces leo cosas que sé que en algún momento me vana ayudar, tomo apuntes. A veces leo o escucho cosas, y me acuerdo de las cosas apuntadas, y me voy a ellas. Esto me pasó, y completé o mejor dí comienzo a un apunte más completito.
Quizá debí haber puesto esto en el hilo de "tipologías criollas", pero como me parece que excede con largo los meramente criollo, lo pongo aquí, en mis reflexiones. Se trata del pelotudo. Como mis reflexiones son largas, he tratado de sintetizarlas, pero me queda un hilo largo en el carrete, porque de lo general, se puede muy bien bajar a lo particular:
* Lo primero que hace el pelotudo por la mañana, es mirarse al espejo. Aunque no se reconozca como tal, es el mismo pelotudo de ayer.
* Lo que el espejo le dicta a su amblioptía, correspondiente con la intelectual, es que sigue siendo un namber uan, un "piola" que tiene como misión del día -salvo fines de semana y fiestas de guardar-, "apiolar" a los demás porque no vaya a ser cosa que alguno los vaya a entontecer. Los demás, naturalmente, son tontos de por sí.
* Para cumplir su pelotudísima misión, lo sabe, tiene que saber de todo: leyes, electrónica, publicidad, política, plomería, rol de la intelectualidad, meteorología, religión, aborto, concilio de trento, literatura, situación internacional..., y un largo etcétera.
* Sabiendo, ya, -como sabe-, tiene "autoridad moral", y puede incluso otorgarla o denegarla. En su pelotuda práctica, aspira a ser el centro de todo, para lo cual educadamente siempre comienza diciendo "con perdón....", "disculpen si me entrometo...", aunque cuando entre lo haga como un elefante en un bazar.
* Como es naturalmente pelotudo, piensa que haciéndose el simpatico puede demostrar que cualquiera que tenga una visión diferente sobre cualquier cosa, es pelotudo. O por lo menos, más pelotudo que és.
* A veces, claro, mete la pata hasta las verijas y para intentar retirarla, que no puede, opta también por su desbordante simpatía. Pero que metió la gamba hasta el cuadril, no hay como arreglarlo. Opta por abrumar. Es abrumadoramente pelotudo.
* Piensa que los demás son tontos, y pensando así se siente pleno. Glorias, claro efímeras, lo sabe, pero intenta hacerlas perdurar. No importa que le rocíen con un algo de matamoscas: reincide, es persistente. Persistentemente pelotudo.
* Es la clase de persona que si le viene un aumento del cinco por ciento en la boleta de la luz, pone el grito en el cielo por la intervención del estado, la irresponsabilidad y derroche del gobierno -caso que sea, claro, de signo opuesto-. Ahora, si se lo cogen con arena y encima le echan sal gruesa en la factura del móvil, o frente a los despidos de miles de personas o los recortes sociales, opina que son "reclamos necesarios por los vaivenes del mercado". Es cogidamente pelotudo.
* Está en el mundo, convencido de que debe enseñar a los demàs que hay que ser reproductor de los que hay. Que cualquier cambio del statu quos, aunque lo indiquen algunos cerebros del propio statu quo que defiende, son "ideas comunistas". Como buen pelotudo, se obceca en defender sistemáticamente las condiciones que lo han llevado a ser un perfecto pelotudo.
* Desde luego, no hace cursos para ser pelotudo: es. Pero si en algún momento opina sobre la formación de pelotudos similares a el, sostienen que son mejores los que salen de "la privada".
* Si eventualmente alguno a quien considera importante le da un poco de aire, se siente importante: así de pelotudo.
* Como buen pelotudo, elige en la tele programas que lo municionen. No piensa -es pelotudo-, que se puede pensar diferente. Está convencido que aquellos a los que acata saben lo que dicen cuando dicen que "si las cosas son así son porque así será".
* Es su modo de ser necesario. Y sí, es condicion necesaria para que "las cosas estén como deben estar", y si por casualidad no están, allí está para que regresen a como deben. Su misión: intentar reproducir pelotudos.
* Pagado de sí mismo, se pasa el día penando que lo persiguen. En realidad va alentando constantemente que lo persigan. Es verdad que es un síntoma de su pelotudez, pero hay que perdonarlo: está formateado así.
* Es, en rigor, un, perdedor estratégico, por eso solo usa tàcticas, que pasan exclusivamente por recoger las sobras de otros. Es incapaz de crear, siempre "responde". Porque no tiene pensamiento propio, necesita del pensamiento de los demás. De los que son como él, para satisfacerse. De los que no son, para agredirlos. En medio, están los "tontos" a los que debe salvar. De este modo, su tàctica es no ser responsable, solo "contesta" porque, naturalmente, los demás son peores. Dado que su misión es poner las cosas claras, las pone: es claramente pelotudo.
* Hay un cuento: Dicen que una noche un pelotudo soñaba que dejaba de ser pelotudo. Se desperto sobresaltado, sudoroso, era una pesadilla terrible. Porque para empezar a dejar de ser pelotudo, hay que asumirse y tal cosa es traumática. "Bastantes traumas ya nos pone la vida", pensó, y corrió al lavaba. Frente al espejo, se tranqulizó, al fin: seguía siendo el mismo pelotudo de siempre.
Chau