Me encantan todos los de esa lista. Son chulísimos además.
Me encantan todos los de esa lista. Son chulísimos además.
Para finiquitar una contienda, no siempre es necesario ser uno quien dice la última palabra. Se proclama uno satisfecho y victorioso; cuando el argumento enemigo empieza a tornarse incoherente, vacío, desesperado y sin sentido...