Iniciado por
Porcia
En el primero de los puntos estás acertado, en el segundo no.
El Catecismo de la Iglesia Católica (nº2332) dice que: "La sexualidad abraza todos los aspectos de la persona humana, en la unidad de su cuerpo y alma. Envuelve la afectividad, la capacidad de amar, de procrear. Implica la aptitud de establecer vínculos de comunión con otro".
Y el matrimonio se configura como el marco adecuado para que la sexualidad se desarrolle plenamente pues el mismo supone una entrega total y recíproca entre los esposos: una unión esencial y existencial; de los cuerpos, de las almas y de sus potencialidades (entre ellas la capacidad de porcrear)
La unión sexual dentro del matrimonio son consideradas por la Iglesia Católica en su Catecismo como fuente de alegría y agrado. "El Por tanto, los esposos no hacen nada malo procurando este placer y gozando de el. Aceptan lo que el creador les ha destinado. Sin embargo, los esposos deben saber mantenerse en los limites de una justa moderación" -Pío XII, 29 Octubre 1951.(nº 2362)
Se reconocen como fines del matrimonio y por ende de las relaciones sexuales entre esposos:
1. El bien de los esposos (unitivo)
2. La transmisión de la vida (procreador)
No se pueden separar estos dos sin alterar la vida espiritual y la esencia del matrimonio. (nº2363).
Es decir que la Iglesia Católica acepta que las relaciones sexuales entre esposos no tengan como fin principal la proceación; sino que las mismas se dirijan al bien de los esposos, a fortalecer su vínculo de amor.
Propone también asumir la finalidad procreativa del matrimonio con responsabilidad; es decir que los cónyuges deben efectuar la deliberación necesaria para decidir moralmente el nº de hijos. quedando comprendida la decisión sobre los medios a utilizar en la regulación de los nacimientos. Básicamente recomienda los métodos naturales de regulación ya que el respeto al significado unitivo y fecundativo del acto sexual y la vivencia de una donación total están ausentes en el recurso a la anticoncepción en donde la relación sexual entre los esposos se reduce a un puro goce erótico.
En la Exhortación Apostólica familiaris Consortio Juan Pablo II manifestaba:
"la diferencia antropológica y al mismo tiempo moral, que existe entre el anticoncepcionismo y el recurso a los ritmos temporales...La elección de los ritmos naturales comporta la aceptación del tiempo de la persona, es decir de la mujer, y con esto la aceptación también del diálogo, del respeto recíproco, de la responsabilidad común, del dominio de sí mismo. Aceptar el tiempo y el diálogo significa reconocer el carácter espiritual y a la vez corporal de la comunión conyugal, como también vivir el amor personal en su exigencia de fidelidad... De este modo la sexualidad es respetada y promovida en su dimensión verdadera y plenamente humana, no «usada» en cambio como un «objeto» que, rompiendo la unidad personal de alma y cuerpo, contradice la misma creación de Dios en la trama más profunda entre naturaleza y persona".
Yo soy una de ellos, ya he comentado que hace por lo menos 7 años vivo en concubinato. Y por qué si acepto la doctrina católica no me caso por Iglesia? no me caso porque no puedo, mi novio se casó por la Iglesia a los 18 años al dejar embarazada una chica; prontamente se separaron. Cuando lo conocí a él, ya estaban separados desde hace rato y ella había iniciado una relación con otra pareja (actualmente mi novio y su ex solicitaron la anulación del vínculo pues practicamente se casaron presionados por sus padres y con inmadurez)
El ponerme de novia con él fue una desición muy difícil, justamente porqué viviría en una situación irregular dentro de la Iglesia. Quizá lo ideal hubiese sido renunciar a él (quizá no) lo cierto es que mi pena ya la tengo en vida pues no puedo participar de la Eucaristía pero mi amor por Dios no disminuyó ni tampoco me opongo a las reglas de su iglesia, al contrario las acato y a pesar de no comulgar (que para los católicos es muy importante) participo con alegría de las misas y trato de vivir el evangelio en los demás aspectos de mi vida.
Confío en en la misericordia de Dios, me refugio en su misericordia y sé que sabrá de comprender mi corazón enamorado.
P/D: además de este tipo de preceptos, infrinjo un montón más es que el ser cristiana no me hace perfecta: la enseñanza de Cristo es una luz que ilumina mi discernimiento pero en definitiva yo soy la que decido: "el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil"