El Sol de Orizaba
23 de marzo de 2009
Alfredo Tello Espíndola
Orizaba, Veracruz.- Eufemia Abundio Moreno amplió la denuncia que existe en contra del delegado de Seguridad Pública de Fortín, Jesús Aíza Kaluf, por los abusos de autoridad, robo, lesiones y lo que le resulte.
La denunciante solicitó la intervención del gobernador del estado, Fidel Herrera Beltrán y del secretario de Seguridad Pública, Sergio López Esquer, para intervenir en el caso, ya que durante el saqueo a su vivienda los elementos policiacos se llevaron documentos particulares de suma importancia.
Así mismo, denunció ante la Comisión de Derechos Humanos los hechos de su injusta detención y la de su menor hijo de tres años de edad, quien pese a ser un infante durmió en los separos policiacos de Fortín, aunque Eufemia pretendía que el niño fuera entregado a sus hijas mayores de edad.
"En todo momento el delegado se negó a que saliera Yaszrael de la cárcel, pese a que se encontraba en chanclas, sin pantalón y sólo con una camisita, es más, a mi familia le comentó Aíza Kaluf, que no estaba detenida", recalcó Eufemia Abundio.
Fue en la investigación ministerial 162/09, en donde Silvia Jiménez Abundio también presentó cargos en contra el jefe policiaco por abuso de autoridad, fabricación de un delito, lesiones, allanamiento de morada y robo.
La agraviada señaló que el pasado sábado 7 de marzo por la noche se encontraba en su domicilio ubicado en carretera a Santa Ana kilómetro 2.6 de la colonia El Espinal.
Serían aproximadamente las diez de la noche cuando escuchó que golpeaban el portón de su vivienda con marros y había disparos, hasta que abrió la puerta, fue entonces cuando sujetos (aproximadamente 20) vestidos de negro, cubiertos con pasamontañas y portando armas de grueso calibre ingresaban violentamente.
Después de derribar dos puertas golpearon a doña Eufemia, después revisaron las habitaciones de donde se llevaron el dinero, alhajas y documentos personales de la familia.
Ya por la madrugada arribó otro grupo policiaco que encabezaba Jesús Aíza Kaluf, el que golpeó a doña Eufemia con el propósito de que diera información sobre el paradero de su esposo Jesús Jiménez Andrade.
Después, junto con su hijo Yazsrael de tres años, quien se encontraba sin zapatos y pocas vestimentas, fue llevada a la patrulla y trasladada a la Delegación de Fortín.
Después de la odisea que vivió, Eufemia Abundio fue puesta a disposición de la Agencia del Ministerio Público del Sector Norte de Orizaba, acusada del supuesto secuestro del empresario Jaime Salazar Santos.