Cita Iniciado por pana Ver Mensaje
Efectivamente la Biblia ha sido escrita por seres humanos, ahora bien, atribuirle a esta carácter Divino, no es ninguna locura.
Y como no habría de ser fácil atribuirselo, cuando contiene mensajes de alta importancia espiritual para quienes así lo sienten. Por otra parte, se sabe que en aquellos tiempos en que los textos de la Biblia fueron escritos (entre ellos las escrituras encontradas en Nag-Hammadi), los contemporáneos de Jesu Cristo también dieron testimonio de su historia de, aunque nunca entraron en la Biblia.

Lo que se puede denotar es que hay un denominador común: que en su tiempo ningun contemporáneo dudó de la santimonía de Jesu Cristo. El todavía es considerado como el centro de cristalizacion de la palabra de Dios en el mundo común, lo cual simboliza un principio intemporal. Con las palabras de la Reina-Valera: „Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros.“ Ese principio es marcante, otras religiones lo describen en su esencia también, hasta en las tradiciones hermenéuticas (el nombre proviene de Hermes), también la Kabbala claramente lo describe, algunos filósofos lo descubrieron en su rumbo respectivo. En mi opinión es el milagro más grande que cada uno puede experimentar en su vida y cada uno tiene su camino para llegar allá. Es decisión propia e individual elegirlo y trabajar para llegar a lograrlo.

Creo, que me toca a mi ahora, explicar de donde vienen mis consideraciones: Mis padres fueron creyentes de denominación protestante. Fui educado bajo esa influencia. Salí de la iglesia después de notar una discrepancia entre lo que me señalaba mi intelecto y lo que predicaban los sacerdotes de la congregación.

Por mi trabajo tengo la suerte de viajar a otros países en los que he conocido y entablado amistades con muchísimos creyentes. No necesariamente solo cristianos. He conservado amistades y recibido bendiciones de creyentes católicos, protestantes y musulmanes. He discutido con judíos, miembros de ordenes reigiosos y también con algunos miembros de las denominadas sectas, hasta con los mormones y testigos de Jehová para conocer y entender lo que los motiva y propulsa a su fe. Al final me di cuenta, que de entre todos ellos con los que mas valió la pena de invertir el tiempo discutiendo, fueron creyentes de mente abierta.

Por lo que concluyo con que todo lo que detesto en la religiosidad, se puede identificar solo con los puntos de vista estrechos e insuficientes para dar explicaciones a lo inexplicable y ya hace mucho que decidí seguir mi camino, sin dejarme influenciar o hacerme miembro de alguna iglesia, secta o congregación.

Resulta, que he tenido la suerte de encontrar a personas extraordinarias en mi camino de las cuales he aprendido bastante. He leído libros religiosos y antireligiosos y todavía me falta más para leer. De todo lo leído el resumen que he entendido es, que el sentido de la Biblia no se puede captar con el intelecto, sino con otro tipo de sentido que cada uno tiene o lleva en si.

En mi opinión tampoco es un libro de reglas, más bien un libro de enseñanzas. El contenido es simbólico y vale la pena dedicarse también a la lectura de aquellas partes que nunca entraron en la Biblia oficial (Reina-Valera 1960, 1995 o lo que sea - hasta la de los Testigos de Jehová).

Entre otros textos fascinantes también se encuentra a el evangelio de Tomás y más fragmentos que los arqueólogos han encontrado en los últimos siglos. Interesante considero también la lectura de los místicos (mi favorito de siempre: Angelus Silesius, el peregrino querubínico). Estoy leyendo y analizando a Teilhard de Chardin actualmente, cuando mis compromisos lo permiten.

Así siempre estuve un buscador, y sigo siendolo. No descarto lo que se me presenta, mas bien trato de analizarlo y de entender antes de clasificarlo solo por prejuicios de otros (en este caso ateístas).