Que me incineren, y me tiren al río.

¿Para qué hacer que la gente que amo se saque el pan de la boca para pagar por mi tumba? ¿O qué dejen de hacer lo que les gusta un Domingo o el día de mi santo para ir a visitar un montón de tierra, gusanos y podredumbre?

Me recordarán a mí, como vívi, a full, y como morí también... Siempre estaré con ellos, y siempre estarán conmigo.

Y NADA MÁS.