Hay una mujer que se hace una con mi cuerpo cada noche que pasa conmigo, y aparece la ventana de un correo como habitación y futuro claro de mi vida. Una mujer, una vida; un futuro y un nuevo día. Los noviazgos y matrimonios, cuyas parejas se han conocido por correo, existen en la realidad. Yo no recomiendo, a pesar de esto y mi caso propio, que una mujer se atreva a aventurarse con un desconocido por correo, pues tiene todas las de perder. Si el hombre ama, el hombre debe dar seguridad; si el hombre quiere, debe luchar por lo que quiere; si el hombre es hombre, entonces deberá ir donde la mujer que ama primero, y de ninguna manera al contrario. Yo conocí a la que será mi esposa por internet, y dentro de poco tiempo me haré un viaje sin retorno para estar con ella por todos los días de mi vida.

Felicidades a todos aquellos que hayan encontrado sus amores por internet; y a todos aquellos que están en eso, que Dios les ayude.