Y Pablo pensaba de esa manera porque como bien dices, era fariseo celoso de las leyes judías del Viejo Testamento.
Pero lo que tú no entiendes es que Jesucristo había abolido muchos preceptos del Viejo Testamento porque no eran de Dios, pues Jesucristo no había venido a abolir la verdadera ley de Dios, sino que nos reveló los verdaderos mandamientos de Dios, que son los que Jesucristo enseñó cuando predicó el Evangelio.
No hay otros verdaderos mandamientos de Dios.