Cita Iniciado por Elisabet* Ver Mensaje

Lázaro murió y Jesús le resucitó:

Juan 11:38
Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima.
11:39 Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.
11:40 Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?
11:41
Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído.
11:42 Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado.
11:43 Y habiendo dicho esto,
clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!
11:44
Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.

Juan 12:1
Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos.

Juan 21:24
Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero.



La catalepsia es un estado biológico en el cual la persona yace inmóvil, en aparente muerte y sin signos vitales, no obstante, se halla en un estado consciente, el cual puede, a su vez, variar. Suele durar de 3 a 5 días.

Los cadáveres no comienzan a oler hasta el décimo día.

Pero vamos otro cuento más, puesto que cuando avisaron Marta y María de la enfermedad de Lázaro (El Azarieh) a jesús, este se limitó a decir, "no es una enfermedad de muerte" y no fue hasta pasados dos días y eso que eran amigos íntimos y estaba al lado. Y como fueron demasiados los que no se tragaron aquella milonga, jesús ya no andaba en público entre los judíos; antes se fue a una región próxima al desierto, a una ciudad llamada Efrem, y allí moraba con los discípulos (Jn 11, 54).

De hecho dicho espectáculo fue su final, ahí comenzó su declive popular, dicho esto la enorme mayoría no se tragó el cuento.