Le llamamos Jesucristo,,, pero sus padres le pusieron otro nombre.

Tenía buenos amigos, a los que influyó enormemente.

Estaba cansado de los testamentos heredados durante casi dos mil años, e intentó reciclar lo bueno y aportar ideales y principios más "modernos" para su época.

No era ningún pretencioso mesías, pero sí los que escribieron sobre él.
Sus influyentes desvirtuaron su figura humana y la modificaron en espíritu divino.

Eso sí, era un gran tipo (para lo que eran los de su época). Hoy igual, sería un marginado... como muchos que podrían ser él, pero sin esos añadidos milenarios absolutamente desvirtuados.

En realidad el señor es como necesitamos que sea, y no como era.