Una característica sobresaliente de la Biblia:
sus profecías, o predicciones.

Abrahán fue el punto focal de algunas de las
profecías más antiguas que se registran en la Biblia,
profecías que nos atañen incluso a nosotros hoy

Según el libro de Génesis, estas fueron las predicciones:
1) Los descendientes de Abrahán se convertirían
en una poderosa nación.
2) En el proceso se les esclavizaría en un país extraño.
3) Serían liberados y tomarían posesión de la tierra de Canaán.

Profecía 1: “Haré de ti [Abrahán] una nación grande” (Génesis 12:2).

Cumplimiento: Los descendientes de Abrahán
que le nacieron por medio de Isaac y Jacob
(también llamado Israel) llegaron a formar un Estado
soberano que contaba con su propia dinastía real: el antiguo Israel.

Lo que revela la historia

La Biblia traza con cierto grado de detalle
el árbol genealógico de Abrahán, en el cual aparecen
los descendientes que tuvo por medio de Isaac, Jacob
y los doce hijos de este último. En dicha genealogía
consta el nombre de los muchos reyes que gobernaron
Israel o Judá. De ellos, diecisiete se mencionan también
en fuentes extrabíblicas. Esto confirma la autenticidad
del relato bíblico que explica cómo se convirtieron en
nación los descendientes de Abrahán, Isaac y Jacob.