Apareció un velero lleno de viento, brillando al sol el bergantín-goleta avanzaba ignorando los peligros, hacia un nuevo destino, con la tripulación algo ansiosa por llegar a algún puerto seguro.
La valiente capitana cogió el timón cerrando los ojos, la bitácora mostraba de forma clara lo temperamental de aquel oleaje danzón nº2 tan espectacular que daba gusto escucharlo con fruición