¡delató al bosón! coleccionista de prendas sin ojales botonudos, de encaje semitransparente, fosforito y rasgado del piernil, coquetamente caminaba hacia el lado opuesto de la acera que brillaba y resbalaba como chorizo enfuentado chillando en sartén recién comprada en el mercadillo dominguero 'El Conde Coco', donde siempre se reunía para platicar de las guapas moderadoras del foro y sus secretos sucios y pecaminosos e inconmensurablemente apetecibles, que volvían loco a todo el grupo de rock: 'Tocador De Señoras', formado por los tocantes de nombre Shetland, Abysso y mi tío Anselmo que hacía tocamientos indebidos que siempre le llevaban al éxtasis de santa Teresa de Jesús, ¡amén! Algo muy intenso. Quien le encomendó probara: ¡¡¡ la transverberación !!!, bebida embriagante que al corazón infartaba por un recuerdo de turbulenta pasión que jamás terminó porque nunca comenzó como debía de principiar haciéndolo interminable, eterno, inacabable, infinito como salario mínimo.
Sin embargo, todos los días festivos, al salir el camión lechero con baca incluida para el único matadero de animales homosexuales del pueblito perdido donde tío Anselmo echaba novio con el enano Goliat, que últimamente no había casi crecido salvo su muy majestuosamente larga.....cabellera removible, esa que tapaba sus pies